Será cuestión de tiempo

Capítulo 60;

Narra ____:

 

Tiro por séptima vez de las puntas de mi pelo y vuelvo a gritar en silencio. En estos momentos me odio, me odio por ser tonta, por no ver lo evidente. Por volver a caer en esa misma trampa, por bajar mi guardia, por volver a enamorarme como una completa gilipollas.

Con todas mis estúpidas mariposas y con mis malditos ojos cegados, no me he dado cuenta de todo lo que estaba pasando en mi vida. Del desorden que había creado Justin. Estaba demasiado ocupada para darme cuenta del vínculo que Justin mantiene con su pasado. No había notado lo mucho que Madison significa para él, a fin de cuentas ella ha sido todo para él, la persona que ha estado en sus momentos malos. Justin sigue atado a su pasado y yo sigo atada a sus ojos y a su media sonrisa. Y está estúpida confusión que sentía antes se transforma en miedo, en recuerdos, en espacios vacíos que se llenan con fragmentos rotos del pasado. Mis manos tiemblan por el frío, realmente estoy temblando de pies a cabeza y no estoy del todo segura  de que la causa sea el frío.

No quiero. No quiero volver a ser la remplazada ¡Joder! No quiero ser la sombra de alguien más. No quiero tenerlo a medias. Prefiero olvidarme de él y sufrir como en el mismo infierno antes de estar de esa manera.

Tomo una larga respiración antes de darme cuenta que lágrimas ruedan libres por mi ojos. Mi enfado aumenta y la impotencia marca el ritmo de mi corazón. Ando un poco más pero el dolor de mis pies se hace presente y me apoyo en la pared que tengo a mi lado. Sollozo un poco y una voz a mis espaldas me pone los vellos de punta.

-¿Qué estás haciendo aquí sola idiota? ¿Quieres que te violen o algo?

Limpio mis lágrimas y me giro para ver como Ryan sale de dentro de un callejón con un cigarro entre sus dedos. Sus ojos azules penetran en mis pupilas y por un momento creo que se arrepiente de las palabras que ha dicho antes. Lo miro con mala cara y bajo la mirada al suelo, rezando a dios para que no pueda ver mi cara llena de lágrimas en la oscura noche.

-¿Qué ha pasado? -me dice con voz temblorosa.

-¿Puedes llevarme a casa? He estado esperando que un taxi pase por aquí pero nada -mi voz suena rota y quebrada pero intento disimularla con una tos seca.

-No me ignores

-No me ignores tú, solo dime si sí o si no.

-Claro que te llevo, puedo ser muy cabrón pero no pienso dejar que andes sola a estas horas.

-Gracias -Es lo único que consigo decir.

-Iré a decírselo a Just...-abro mis ojos alarmadas y lo paro a trompicones.

-¡N-No! Quiero decir...no hace falta, solo quiero ir a casa

-Lo sabía -sonríe con superioridad e inhala el humo de su cigarrillo.

-¿Qué sabías el que? -mi voz suena confusa y pequeña, eso me asusta porque mi voz siempre suena firme y grave.

-Que la ha cagado

-No te entiendo -miento.

-No te hagas la mosquita muerta conmigo -me señala con el dedo y engancha el cigarro en sus labios.

-¿Podemos irnos ya? -Digo desesperada por irme de este maldito lugar.

Ryan tira el cigarro en la alcantarilla que tiene al lado y sin decir una sola palabra más empieza a andar. Suspiro y empiezo a seguirlo en silencio. Solo se escuchan nuestras respiraciones y la música que suena de fondo.