Narra Justin:
Golpee el suelo de asfalto al ver como el conserje estaba cerrando la puerta del instituto. Me limpie el sudor de la frente y seguí corriendo un poco más hasta llegar a los grandes portones de nuestro querido infierno.
-¡eh! -Grité- ¡No cierre!
El conserje me miró y elevó una ceja. Al llegar a su altura me apoye en mis rodillas cogiendo todo el aire posible.
-¿Puedo pasar por favor?
-La entrada al instituto se cierra después del timbre, y lo sabe -El conserje era un hombre mayor con bigote, calvo y unas gafas estaban apoyadas con gracia en su pequeña nariz.
-Sólo me he retrasado unos minutos.
-Si te dejo entrar me jugaré mi trabajo.
-Vivo muy lejos
Cambio de peso a su otra pierna y se toco el bigote mirando hacía el suelo. Después de cinco largos segundos me miró con una pequeña sonrisa.
-Bueno pasa -sonreí- pero más te vale mentir si te ve algún profesor por el pasillo.
-Gracias gracias gracias
Y empecé a correr de nuevo, mirando hacía todo lados para ahorrarme un encontronazo con algún profesor. No sé porque corría, ni porque tenía una estúpida sonrisa en mi cara. Aunque si sabía el origen de todo. _____. Después de todo lo que ha pasado, ella es la única que sabe sacarme una sonrisa. Y lo hace hasta cuando no está presente. Justo como este momento. Está en mi cabeza el 90% del tiempo. Y no para. Me pregunto si no se mareara de dar tantas vueltas ahí arriba. Y es que mi cabeza es un constante: sus ojos, su sonrisa, su pelo, su cuerpo, su carácter, sus labios, su nerviosismo, su mirada, ella.
Justo la chica que esta besándose con un chico delante de mí.
Entonces ocurre...ocurre que te das cuenta de que no quieres besar otros labios, ni que nadie los bese. No quiero otros besos, sueño con los suyos. Entonces ocurre que no quiero escuchar otra voz, porque no existe una que me haga más feliz...también ocurre que tener sus ojos tan de cerca me debilita, y no hablemos de su sonrisa. Entonces ocurre, te das cuenta que no hay vuelta atrás, que ya has caído en el juego, y que ya estás totalmente enamorado.
-¿____? -pregunto confuso, sin dejar de mirar en modo masoquismo hacía mi corazón. Y tengo ganas de apartarla de ese tipo y empezar a estampar mis puños en su cara pero mi cuerpo no responde a mis estímulos.
Ella se aparta rápidamente de él. Pero no aparta su cuerpo del chico. Y eso me enfurece. Pero hay varios metros de silencio entre sus manos y las mías. Una frontera de palabras que no son capaces de ser dichas. Y algo que brilla así de triste entre sus ojos y los míos. Entonces miro al chico. Y caigo en la cuenta de que me suena su cara tanto, que llego a sentir un extraño mareo. Matt. Es él. Delante de mis ojos. Y una pregunta me viene a la cabeza: ¿Habrá caído o se habrá dejado empujar?
-Justin yo...yo...no es lo que parece -___ se separó fuertemente del chico y casi pierde el equilibrio. Pero como una fiera que es, ganó su compostura de chica dura de nuevo.
-¿Y tú eres? -dijo Matt. Lo mire con repugnancia y él me devolvió la mirada de la misma forma.
-Justin, Justin Bieber -me acerque a él dando pequeños pero peligrosos pasos. Mi cara estaba roja de furia.- Su novio
No me preguntéis porque dije eso pero me salió solo. Tanto ____ como el señor desaparezco y luego vuelvo a aparecer como por arte de magia, abrieron sus ojos como platos.
-Bueno, en ese caso...- empezó a decir él acercándose a mi- Este momento es un poco incómodo.
-No es mi novio -se defendió ___ que ahora paso a estar en segundo plano.
-¿Incómodo? -pregunté con una media sonrisa y con una ceja levantada.
-Yo soy Matt -tendió su mano en el aire- el que se la follaba antes que tú.
Mi cara se contrajo al igual que todo mi interior, escuché como ___ ahogaba un grito con su mano. Sus ojos azules hacían agujeros en mi piel y su sonrisa hipócrita se ensancho al ver cómo me dejo sin palabras. Apreté más fuerte mi puño. Si vuela no podré controlar mi fuerza, lo sé. Quite su mano tendida de un manotazo y él carcajeo agarrándose el abdomen. Y como era de esperar. Una mano voló. Aunque no era la mía. Sabía que esas palabras tendrían sus consecuencias. ____ le pegó una estupenda y merecida ostia en la cara que lo dejo con la boca abierta. Evité reír.
-Eres...eres el mismo imbécil de siempre
-Nadie te lo ha negado -dijo mientras que se tocaba su dolorida mejilla.
-Te odio
-En el fondo muy fondo de tu corazón todavía me amas. -Lo dijo con repugnancia y pude notar como los rasgos cambiaban en la cara de ___- Y con ningún pringado de estos podrás olvidarme y lo sabes nena.
Su superioridad daba asco, mucho asco. Y mi puño estaba inquieto. Eso no era una buena combinación. ___ tenía los ojos cristalizados y sé que faltaba un segundo para que se rompiera del todo. Esto le venía grande. No podía imaginar como una chica como ella, podía estar con un chico como él. Mi cabeza rechazaba ese pensamiento.
-Como veo que os ha comido la lengua el gato, creo que iré a recuperar mi puesto en el equipo -metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y nos sonrió a ambos- Adiós tortolitos.
Se dio la vuelta y salió por el pasillo con un asqueroso movimiento de caderas. Un silencio absoluto se hizo cargo del pasillo. Mi corazón golpeaba rápidamente mi pecho y ____ se sorbió los mocos. Ambos nos quedamos mirando la dirección por donde se había ido Matt. Esto parecía algo irreal. Pero era todo lo contrario, una pesadilla. Y estoy seguro que este chico me va a traer más problemas de lo que puedo llegar a imaginar.
-¿Por qué le has dicho que eras mi novio? -Baje de las nubes y mire a ___ con el corazón en un puño. Ella se limpió la nariz con el dorso de su mano y sus ojos crearon algo dentro de mí. Ahogado en el dolor, me vuelvo a quedar soñando con sus palabras y su voz.
-¿Por qué lo has besado? -levanté una ceja y ella lo único que hizo fue bajar su cabeza.
Siempre es levemente siniestro volver a sentir los mismos sentimientos que un día prometiste que jamás volverías a sentir.
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Será cuestión de tiempo
Fiksi PenggemarElla no era la chica que él siempre soño Él no era el chico que ella imagino Ninguno de los dos tenía una vida perfecta Pero por algún azar del destino se volvieron Perfectos el uno para el otro.