Mistakes《Wang YiBo》

Capítulo 39

POV. YIBO

Levanto el vaso y de un trago completo acabo con todo su contenido. El líquido baja por mi garganta, pero al punto de embriaguez en el que me encuentro ya no siento nada, ni si quiera su sabor.

Me rio internamente, desearía no sentir nada, olvidar todo por un momento y volver a ser lo que era hace unos meses atrás. Quiero tomar mi moto y conducir, conducir hasta el fin del mundo. Para no pensarla. Para no recordarla.

Como se ha vuelto costumbre desde que ella se fue, mis lagrimas ni si quiera piden permiso para empezar a descender bañando mi rostro y mis mejillas. Quiero gritar, quiero destruir todo porque no logro comprender ¿Porque se fue? ¿Qué fue lo que hice mal para que haya huido de esa manera? ¿Por qué nunca hablo conmigo y dejo que todo se fuera al demonio?

La puerta de mi apartamento suena. No quiero abrir, no quiero que vuelvan a decirme lo mismo de siempre, ya estoy cansado de escuchar palabras vacías que en vez de reconformarme me hieren más y más haciendo que está herida que yace en mi pecho no termine de sanar y por el contrario está llaga se hace aún más profunda y más dolorosa.

-Yibo -oigo la voz de Yin Zheng, pero no lo miro. Mi staff debe haber estado tan preocupado que deciden llamar a un refuerzo y que mejor que uno de mis amigos más cercanos.

Veo a medias como se sienta a mi lado, y aún en mi estado de atolondramiento sé que está mirándome, debe estar pensando en lo patético que me veo y tiene razón, lo soy, y no puedo hacer nada al respecto, y tampoco quiero. He llegado a un punto en el que me da igual lo que piensen. Si tan solo pudieran estar en mi piel por un segundo sabrían todo lo que estoy padeciendo.

Tomo la botella y con dificultad vuelvo a llenar el vaso. Antes de que mis dedos lleven el cristal hacia mis labios Yin Zheng lo toma con fuerza y sin ningún motivo lo lleva a sus propios labios y consume todo el líquido de color moscatel en cuestión de segundos.

-Mañana tienes grabación, no deberías estar bebiendo -lo miro, deseo no haberlo hecho porque su rostro grita por todos lados la lástima que me tiene.

-Estaré bien para mañana -las palabras salen a tropezones, mi sistema ha absorbido tanto el alcohol que mi lengua ya no puede formular frases comprensibles.

-Yibo ya ha pasado muchos meses -me recuerda-, sé que estas triste y que no puedes dejarla ir - ¿dejarla ir? ¿Cómo podría dejar ir la mujer que amaba? -, pero la vida continúa y no puedo verte así. No eres tú. Tienes que salir de esta, tienes que volver a brillar -Yin Zheng suelta un suspiro-. Conoce a alguien nuevo...

¿Conocer a alguien nuevo?, por supuesto él no sabe que desde que Becka se marchó yo lo había intentado, pero inconscientemente empecé a buscarla entre cada mujer que se cruzaba en mi vida, buscaba su cabello, aquel castaño que me recordaba a las hojas marchitas que caían en otoño, su tono de voz, su risa, cualquier cosa que se le asemejara me llamaba la atención, sin embargo cuando me atrevía a entablar una conversación me daba cuenta de que esa persona no era ella, y no lo seria por que Becka... era única, mi real y primer amor.

¿Pensaras en mí? ¿Me echas de menos si quiera? ¿Estarás arrepentida?

Yo pienso en ti. Más de lo que me gustaría. Sueño con que todo esto es solo una pesadilla y que al despertar volveré a ver tu rostro junto al mío tan calmado y sereno como siempre estaba antes de que despertaras. Sueño que tus suaves brazos me rodearán y tu dulce voz preguntará si he dormido bien para después regalarme una sonrisa adormilada pero llena de amor, pero eso es solo una vana ilusión, al abrir los ojos tu rostro se esfuma, y tu voz solo es un eco que con el paso del tiempo se vuelve más y más lejano.

He imaginado incluso como tu delicado tacto recorre mis extremidades y es espantoso porque cuando vuelvo a la realidad tú no estás, grito desesperado, jamás había experimentado un miedo tan real como este y ya no sé qué hacer para echar lejos estos fantasmas que me atormentan. Todo duele, mi cabeza, mi pecho, mi alma, todo mi ser parece agrietarse con el simple hecho de recordar tu nombre.