Mistakes《Wang YiBo》

Capítulo 6

Ha transcurrido un mes de mi llegada a China, aunque al principio no fue nada fácil y cometí algunos fallos gracias al señor Zhang que estaba en mis momentos caóticos podía decir que ya iba adaptándome y todo parecía ir bastante bien.

— ¿Hainan?

—Sí, deberán cerrar un contrato, el hombre que deben ver está allí con su familia por lo que no puede movilizarse directamente a Shanghái, así que pidió que la reunión sea allí

—Claro no hay problema

—Bien, entonces puedes ir a casa pronto hoy y preparar tus cosas el vuelo sale a las 5

—Bien, entonces me retiro

—Vas a ir el fin de semana también, así que disfruta un poco

Durante el mes que había pasado aquí, había conocido algunos lugares pues era necesario trasladarse de un lado a otro en busca de contratos jugosos, pero hasta ahora no había tenido la oportunidad de poder conocer a profundidad las ciudades a las que había ido. Ahora tocaba visitar una península y por lo que había leído el lugar era una completa maravilla.

Al llegar a casa, saque una pequeña maleta y la llene de ropa ligera, un par de bikinis y solo un conjunto formal. El viaje seria excelente si fuera sola o con el señor Zhang pero para mí mala suerte tenía que ir con el compañero de trabajo más terrible del mundo entero, su nombre era Wei Long, desde que había llegado a la empresa había cruzado un par de palabras con él, para saber su nombre y para pocas cosas más relacionadas al trabajo, y lo que más odiaba era que tenía que ser la traductora de ese idiota, y ahora iba a ir a un paraíso extraordinario con Satanás.

Al haberme acostumbrado a que no me dirigiera la palabra era fácil para mi ir en un vuelo en silencio, incluso tomar el mismo auto que nos llevó hacia el hotel sin que fuese incómodo.

Inspeccione la habitación saltando de alegría, el sitio era hermoso y tenía unas vistas preciosas, el sonido de las olas seria como una canción de cuna para mí cuando llegara la noche.

—Miller apresúrate tenemos media hora para estar allí

Claro, no todo es perfecto.

—Sí —grité.

Saqué el único conjunto formal y me vestí rápidamente, no quería tener a ese tonto con cara de amargado lo que restaba de tarde. Cuando me vi en el espejo, y parecía todo en orden salí de la habitación y me encontré con Wei Long en el pasillo. Juntos bajamos y caminamos hacia el restaurante donde nos veríamos con el señor Bianchi. Este hombre era un italiano que como él nos dijo gracias a unas buenas manos en el póker había hecho crecer enormemente su fortuna y ahora estaba buscando abrir con nosotros un gran concesionario en su país.

El hombre entro poco después de nosotros, a leguas se veía que en su juventud había sido bastante guapo, además se conservaba bastante bien para la edad que tenía.

—Señor Bianchi —ambos lo saludamos y volvimos a sentarnos

— ¿Han pedido ya?

—No, señor lo esperábamos —Wei Long me miro de soslayo seguramente maldiciéndome por no traducirle todo lo que estaba pasando, y yo adoraba hacer eso.

Los tres inspeccionamos con rapidez el menú y ordenamos nuestros platos.

Tras una larga charla algo amena contándonos lo maravilloso que era el lugar y lo bien que su esposa y sus cuatro hijos lo habían pasado en la playa, había llegado el postre y con ello saber si la respuesta seria afirmativa o por el contrario Wei y yo podíamos ir a suicidarnos, es más ya había visto por el camino un lugar perfecto por donde saltar.