Capítulo 48

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POV. YIBO

El ruido del timbre me hace abrir los ojos disipando cualquier rastro de sueño. Estoy solo en la cama así que supongo que Yishu debe haberse ido ya a trabajar, a regañadientes salgo de la comodidad de la cama y camino a la salida del dormitorio. No doy ni dos pasos cuando oigo la voz de mi prometida. Extrañado salgo hasta el salón y ahí la encuentro caminando hacia mí.

—Buenos días cariño, ¿Cómo te encuentras? —pregunta con preocupación.

—Estoy bien, dormí bien —no sé si lo que acabo de decir es completamente cierto, pero hablo sin dudar.

—Anoche me preocupe mucho, de verdad parecía que no —ella toca mi frente y sonríe—, bueno me alegro de verte mejor, tu abogado está aquí, debe de estar a punto de llegar, ¿ha pasado algo?

Me quedo totalmente estático. Sus ojos negros no se apartan. Siento como mi estomago se revuelve. Voy a vomitar.

—¿Cariño, todo bien?

—No me encuentro bien —susurro.

No es una mentira, realmente me encuentro mal, y ni si quiera sé por qué.

¿Por qué me siento así si yo no había hecho nada malo?

El timbre suena y ambos volvemos el rostro hacia la puerta.

—Vuelve a la cama, le diré que estas indispuesto.

—¡No! —lo digo demasiado apresurado—, déjalo entrar, hablare con él en el salón.

—¿Estás seguro? —asiento—, bien.

No muy convencida Yishu va hacia la entrada del apartamento y abre la puerta dejando entrar a mi abogado.

Con un gesto aviso a ZhiuMi que me siga hasta el salón. El hombre de traje obedece y camina hasta encontrarse conmigo.

—Cariño, te dejo debo ir al trabajo.

—Bien —intento sonreír—, te veo más tarde.

—Si —dice cantarina—, hasta luego a los dos.

Cuando el sonido de la puerta nos avisa que ella acaba de irse, siento un trozo de mi alma volver a mi cuerpo.

—¿Fue bien con lo que te pedí ayer?

—Si, la prohibición del país está hecha —el hombre desabotona el botón de su chaqueta para poder acomodarse mejor—, ahora ¿vas a contarme que ocurre?

Miro a otro lado, como si con aquella acción pudiese frenar toda la avalancha que se me venía encima.

—A los médicos y a los abogados hay que contarles todo —vuelvo a mirarlo y ciertamente no quiero decirlo, sé que en cuanto las palabras salgan de mi boca todo se hará real. Todo.

—Yo... —mi voz tiembla—, la mujer a la que pusiste la prohibición del país es, era, —me retracto—, mi pareja —mi abogado asiente atento—, tuvimos una relación secreta de algunos años, jamás se lo dije a nadie fuera de mi familia o algún amigo cercano, ella también hizo lo mismo y nos mantuvimos de esa forma durante un tiempo.

Volver a recordar todo duele. Me duele pensar que aquella Becka a quien tanto ame y en quien tanto confié me había traicionado de esa forma más vil y miserable.

—Un día, sin razón aparente, Becka se fue —duele—, dijo que no pertenecíamos a los mismos mundos, que no encajábamos, en fin... fueron puras mentiras —antes de volver a ahogarme en esos tormentosos recuerdos, vuelvo la mirada al frente y me anclo al presente—, llore, me deprimí y lo supere, conocí a Yishu quien fue un gran soporte entre toda esa tragedia, me enamore de ella, le pedí que sea mi prometida y futura esposa, pensé... pensé que la vida iba a sonreírme un poco después de pasar por todo ese calvario pero todo lo que había conseguido en años pareció desmoronarse frente a mi ojos en segundos. Becka ha vuelto y con una noticia que, si bien me alegra un poco, me desconcierta y me llena de odio al mismo tiempo —solo de recordar el intento por volver a irse sin decirme nada, hace que me hierva la sangre—. Becka tuvo un hijo mío —el asombro ZhiuMi no se hace esperar y se lleva las manos a la cabeza—, tuvo a mi hijo hace años y no fue capaz de decírmelo, me lo oculto y mintió durante tanto tiempo...

Mistakes《Wang YiBo》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora