Capítulo 35

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Becka abre una de sus maletas negras y empieza a colocar de forma ordenada toda la ropa. Gracias a que no había traído demasiadas cosas es capaz de hacer esa tarea bastante rápido. Desde que Elena la convenció para adelantar el viaje Becka había empezado a buscar vuelos, que por cierto en esa época del año eran mucho más caros y sobre todo más difíciles de conseguir, pero gracias a los astros que parecían haberse alineado a su favor por fin había dado con uno un par de días antes de fin de año.

La castaña cierra el cierre de la maleta y la coloca en una de las esquinas de la habitación para no tropezarse con ella entre sus ideas y venidas fuera del su cuarto.

— ¡Ah!, mamá avisa que estas aquí, casi se me sale el corazón.

—Así que es cierto que te vas.

—Sí, siento no habértelo dicho antes —Susan asiente y se sienta en el borde de la cama—, ¿Quién te lo dijo?

—Lucas acaba de llamare, y me lo ha comentado.

—Lo siento mucho mamá, tenía tantas cosas en la cabeza que de verdad lo olvidé.

—Tenías que habérmelo dicho Beck, tu padre y yo habíamos planeado ir a Los Ángeles como todos los años, habíamos separado tu cupo —escuchando aquello Becka sintió la culpabilidad golpearla en toda la cara.

—Diablos mamá, lo lamento tanto, no fue mi intención, pensé que este año no iban a ir.

—Bueno Beck, no pasa nada, entiendo tu punto y estoy de acuerdo con eso —con cariño coloca uno de los mechones castaños detrás de la oreja contraria y sonríe—, cariño ya eres adulta y solo tú sabes lo que haces, no quiero que te preocupes por tu padre o por mí, o te sientas culpable, estas cosas pasan y creo que también hicimos mal al no consultarte, de cualquier forma, estoy feliz con tu decisión.

—¿Qué?, ¿Tu, contenta con algo que yo haga?

—Becka por favor, me haces ver como la mala del cuento.

—Lo siento mamá, pero... debes admitir que esas palabras no son muy comunes viniendo de tu parte.

—Está bien, lo admito, sé que no soy la madre mas cariñosa y que en muchas ocasiones te he persuadido de hacer lo que yo quería, pero aun que suene muy repetitivo o muy cliché, pensé que con todo eso haría de ti alguien exitoso, Becka, lamento mucho todo lo que ha ocurrido entre nosotras, con todo no espero que me perdones o algo así pero me gustaría que nuestra relación cambiara un poco, también quiero que confíes en mi y me cuentes lo que te ocurre, Beck soy tu madre, me preocupo por ti y lo haré toda mi vida.

—Mamá yo no tengo que perdonarte nada, lo hecho está hecho y no hay nada que vuelva al pasado pero no te sientas de esta forma, yo te sigo queriendo y sé que tú haces lo mismo, creo que un poco más de comunicación no vendría nada mal entre las dos, sería una buena forma de empezar.

Entre sonrisas amables y un par de historias sueltas Becka comienza a rescatar un poco el tiempo perdido entre su madre y ella, aunque sabe que queda un largo camino que recorrer este es un paso importante para poder fortalecer el vínculo que con los años parecía haberse descastado.

Los días pasan rápido, la noche posterior al viaje de Becka los nervios la carcomen viva. El «y si...» da vueltas y vueltas haciendo que en su mente se recreen tantos posibles escenarios haciendo aumentar su ansiedad.

Becka escucha el timbre de la casa, sabe que sus padres están en el salón por lo que no se levanta de la cama. Abre la pestaña de Skype y ve el usuario de Yibo. Esta desconectado y tampoco ha contestado a los mensajes que también había enviado por aquel medio.

Mistakes《Wang YiBo》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora