CAPÍTULO 1 EMPEZANDO DE NUEVO!

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Anochece en la zona de clase alta de Bambú Verde. Ciudad de Jin Hai.

Shi Feng sostenía una carpeta con documentos mientras se sentaba silenciosamente en el sofá de cuero. Contemplando la piscina de afuera a través de la ventana francesa, Shi Feng se sentía lleno de frustración y con falta de voluntad al mismo tiempo.

Él era el capitán de Sombra, uno de los cuatro talleres de videojuego más importantes en la ciudad de Jin Hai. Él había comandado un grupo de diez mil personas. Incluso, era el famoso experto de la ciudad de Jin Hai; él era el Mago de la Espada. Sin embargo, lo único que podía hacer ahora era ahogar sus penas en alcohol metido en su casa.

Diez años jugando videojuegos.

Diez años peleando en sangrientas batallas.

Él experimentó un sinnúmero de pruebas y sufrimiento. Bajo su dirección, Sombra ha logrado exitosamente establecer diez ciudades estado en el juego Dominio de Dios. Eran finalmente capaces de competir contra los grupos de primera. Sin embargo, antes de que pudiera disfrutar de esa gloria eterna, un simple documento ha transformado todo en humo; que una vez esfumado, no dejaría que ese momento de éxito volviera.

Shi Feng nunca pensó que sus diez años de esfuerzo se irían así por la borda. Él sacrificó tanto por el juego y aún así, todo lo que hizo fue preparar el camino para que los demás lleguen a la meta. Todo ésto terminó porque él se opuso a la decisión de que Sombra se una al super-grupo, [Dominadores del Mundo]. Todavía ni era el día siguiente cuando el grupo financiero Lan Hua ya le había dado su respuesta. Él tenía que eliminar su cuenta Rey de la Espada nivel 200, cuenta en la que había invertido diez años de sudor y lágrimas, y retirar su cheque de liquidación del departamento financiero.

Todo lo que recibió fue 5.000.000 de créditos y una sola mansión. Comparado con las diez ciudades estado establecidas en el rentable reino virtual, no podría siquiera ser considerado una gota en el océano.

Shi Feng pensó acerca de lo mucho que contribuyó con Sombra. Pensó en cómo sus esfuerzos habían transformado a los grupos Lan Hua en grandes grupos financieros. Luego pensó en cómo aún así se estaban deshaciendo de él, como si no fuera nada más que basura; Shi Feng juró que se vengaría por aquellas acciones.

—No dejaré que esto quede así. En el peor de los casos, simplemente empezaré de nuevo.

Los ojos de Shi Feng brillaron con confianza y decisión; sus manos rompieron el contrato en pequeños pedazos. Agarrando la botella de vino de la mesa, tomó varios tragos.

Incluso si ya no tenía la cuenta del Rey de la Espada, incluso si ya no tenía el apoyo de su equipo, las habilidades y el conocimiento que había obtenido del juego, no lo traicionarían. Siempre que tuviera sus habilidades, podría surgir una vez más en el Dominio de Dios; y reconstruir un reino virtual propio.

Temprano en la mañana. El sol recién había salido.

¡Ring, ring, ring!

La alarma del teléfono seguía sonando.

Shi Feng se despertó resentido. Sin esfuerzo alcanzó su teléfono que estaba en la cabecera; los efectos de la bebida de anoche todavía podían sentirse en su cuerpo.

—Oye, ¿Que pasa?

—Hermano Feng, soy yo, Blackie. ¿Todavía me preguntas qué pasa?, ¿no habíamos acordado en convertirnos en jugadores profesionales de videojuegos?. Sombra está reclutando en nuestro colegio hoy. ¿Acaso no has querido siempre convertirte en un miembro principal de Sombra?.

Shi Feng estaba un poco confundido.

El grupo financiero Lan Hua acababa de despedirlo, entonces, ¿por qué querría él asistir a la evaluación de Sombra?.

Reencarnación del supremo dios de la espadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora