Reencarnación del supremo dios de la espada

CAPÍTULO 46:ENCONTRANDO A UN CONOCIDO

Mientras todos felicitaban a Ling Feilong, él había arrastrado los ojos hacia un rincón de la habitación, el rincón donde estaba sentado Shi Feng. Al verlo, notó que su semblante tenía un toque de insatisfacción.

Era el orgullo de la clase y, más aún, una futura celebridad. Sin embargo, ¿un estudiante inferior como Shi Feng no tenía la intención de adularlo? Después de una ronda de admiración, Ling Feilong permitió que los estudiantes regresaran a sus asientos.

Agradezco a todos por su apoyo. Por favor, cálmense un momento. Estoy aquí hoy porque tengo un tema que deseo discutir dijo Ling Feilong. Al escuchar el anuncio de Ling Feilong, todos escucharon atentamente. Solo Shi Feng seguía sin estar interesado en el asunto.

Sin embargo, no pudo evitar prestar atención después de escucharlo hablar.

Es algo relacionado con la recomendación de la escuela Ling Feilong dijo con calma: Todos saben que estoy obsesionado con pelear. Sin embargo, mis calificaciones en la escuela no son tan buenas, así que me ha causado algunos problemas con mi recomendación. Por lo tanto, deseo que alguien aquí renuncie a un lugar. La escuela ya ha aceptado esto; así que estoy aquí para discutir este asunto con todos los demás.

Hermano Long, esto es solo un asunto trivial. Es sólo una recomendación. Como el orgullo de la clase, siempre que el hermano Long lo solicite, definitivamente habrá alguien dispuesto a renunciar a su lugar dijo un estudiante.

Aunque todos en la clase estuvieron de acuerdo con las palabras de esta persona, no hubo nadie que se levantara voluntariamente para ceder su recomendación.

Al final, encontrar un trabajo era demasiado difícil. La recomendación era mucho más valorada que la formación académica de una persona al trabajar dentro de una gran empresa. Si renunciaran a su recomendación, ¿qué harían en el futuro?

En cuanto a los que no tenían derecho a la recomendación, para empezar, naturalmente, era más fácil ser valientes desde una distancia prudencial. Continuamente incitaron a los otros como locos por sangre caliente.

La expresión de Ling Feilong se oscureció un poco cuando vio que nadie tomaba la iniciativa.

Dado que todos están reaccionando de manera tan proactiva, sería bueno que sea yo quien haga la elección. ¿Qué tal esto? Levantemos nuestras manos y votemos sugirió Ling Feilong con una sonrisa.

¡Es una buena idea! ¡El hermano Feilong es el más inteligente! ¡Entonces comencemos a votar! Los locos de sangre caliente se levantaron uno tras otro, sus rostros mostraban expresiones de alegría, deleitándose ante la desgracia de los demás.