Reencarnación del supremo dios de la espada

CAPÍTULO 42:REFINAMIENTO ELEMENTAL

Shi Feng se encontraba dentro de una Habitación de Forja en la Asociación de Forja. Tomó una pila de piedras y la colocó sobre la mesa.

Cada pila de piedra tenía cien piezas en total. Inmediatamente llenaron la mesa redonda, algunas incluso cayeron al suelo. Es hora de saber qué tan buena eres en realidad Shi Feng sonrió mientras tomaba la Piedra Filosofal color carmesí.

Si la Piedra Filosofal fuera vista por alguien más, las consecuencias que Shi Feng enfrentaría serían inmensas. Por eso, alquiló una Habitación de Forja. Sin su permiso, nadie podía entrar a la habitación.

Tomó un trozo de piedra de la mesa y usó la Piedra Filosofal.

Sistema: ¿Deseas usar la Piedra Filosofal para el Refinamiento Elemental?

Shi Feng inmediatamente eligió Sí. Después de ello, la Piedra Filosofal comenzó a emitir un débil resplandor rojo; un misterioso poder fluyó desde la piedra.

¡Toc!

La piedra, del tamaño de un puño, se convirtió repentinamente en arena amarilla, dispersándose en el suelo. El resultado era un fracaso.

Sin embargo, Shi Feng reveló una sonrisa tranquila al ver lo sucedido. No lo perturbó en lo más mínimo. Después, tomó otra piedra y volvió a intentarlo.

El mineral era muy precioso. Un mineral de cobre normal se vendía por 2 monedas de cobre; solo valía 1 moneda si se vendía a un PNJ. Se podía vender a los grupos una pila de 100 unidades de mineral de cobre por 200 monedas de cobre, y todavía lucharían por ella. En comparación con una pila de piedra, que solo se vendía por 10 monedas de cobre, el mineral de cobre era demasiado caro.

El Refinamiento Elemental extrajo el metal de la piedra. Sin embargo, algunas piedras no poseían ningún elemento de metal. Entonces, era natural que se convirtieran en arena. Tales fallas eran demasiado comunes.

Toc... Toc... Toc...

Todavía no había mineral después de diez intentos consecutivos. Shi Feng comenzó a deprimirse. La tasa de éxito era demasiado baja.

Shi Feng comenzó incluso a sospechar que esas piedras habían sido recogidas de un desierto para dar como resultado tanta arena amarilla. Relájate, relájate. Todavía quedan muchas piedras Shi Feng tomó aire profundamente, tranquilizándose.