La mañana llegó a Asgard, y con ello el sonido de sus damas entrando a la recamara. Tras haber ido al bifrost, Gaia había regresado a la habitación que le habían dado al inicio; no era capaz de mirar a Thor junto a ella en la cama. En un principio había pensado en regresar a aquella recamara para eliminar aquel recuerdo de la mente del rubio, como había dicho, pero el simple hecho de volver a ver aquel sitio le erizaba la piel.
-Ya es hora de que se ponga de pie- dijo Helga, quitándole las sabanas de encima.
Gaia se removió en la cama, intentando volver a dormir, mas la mujer estaba decidida a ponerla de pie. Solo le bastó escuchar el sonido que hacía el agua al moverse para sentarse de golpe en la cama.
-Estoy despierta- mencionó, evitando que su dama volviera a arrojarle agua.
-No debería de estar en esta habitación- se quejó la mujer.
-No quería regresar a ese cuarto-respondió en tono bajo.
-Usted y el príncipe de Asgard son esposos ahora- la reprendió.
-Pero solo nos vemos como amigos-
-Su lazo a cambiado, y debe de aceptarlo-
Aquellas palabras resonaron en su mente, todo había cambiado. Por instinto, llevó su mirada a su muñeca, donde yacía una pequeña marca en un tono muy parecido al de su piel, pero que sin duda era distinguible. Esa era la muestra de que nada regresaría a lo que había sido antes, nunca podría volver a verlo.
Un suspiro pesado salió de su boca y se levantó de la cama, para dirigirse a la bañera que la esperaba ya. Pronto Liv y Ailina llegaron, llevando un vestido color dorado en sus manos; había olvidado que el festejo seguía. Su boda se celebraría una semana entera, pero el último día sería la coronación, lo que sellaría aun más su destino.
Gaia cerró los ojos y dejó que sus damas se encargaran de asearla, pues era parte de lo que debía pasar ese día. La idea de tener que volver a ver a Thor a la cara la hizo estremecerse, pero tenía que afrontar lo que había pasado la noche anterior, por más que quisiera arrancarse el recuerdo.
Tras encontrarse aseada y arreglada, salió de su habitación, siendo seguida por sus damas, pues pensaban que necesitaría ayuda para sobrellevar todo lo que pasaba en el castillo. El regocijo se podía sentir en el aire, pero Gaia estaba lejos de compartir aquella emoción.
Vagaba por los innumerables pasillos del castillo, cuando se topó con el grupo de amigos del rubio, los cuales al verla hicieron una reverencia. Gaia les sonrió con incomodidad, y siguió su camino, sin saber qué esperar. Cada vez que cruzaba con alguien, estos la saludaban con una pequeña reverencia, cosa que la ojiazul nunca sabía cómo responder.
-Se nota demasiado tensa- murmuró Liv.
-No estoy acostumbrada a este tipo de tratos- respondió la joven.
-¿Cómo se tratan en Midgard?- quiso saber Ailina.
-Es diferente... no sabría explicarlo- Gaia sabía que los asgardianos no tenían referencia alguna como para que la entendieran.
-Se acostumbrará- comentó Helga, manteniéndose serena.
-Eso espero- murmuró la ojiazul.
Sus damas la guiaron hasta la habitación que había compartido con Thor, por lo que se detuvo en seco al encontrarse en la puerta. Por su mente vagaban los recuerdos de la noche anterior, y sintió un escalofríos recorrerla de pies a cabeza; estaba demasiado incomoda.
-El príncipe la espera dentro- informó Helga- deben llegar juntos al banquete- la ojiazul dejó salir un suspiro pesado, y caminó hacia el interior del lugar.
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Mystic: The life change
FanfictionHan pasado tres meses desde la separación de los vengadores, tres meses desde que Steve había dejado de estar a su lado. Su embarazo iba avanzando y con ella los deseos de una familia, pero no tenía al hombre de su vida al lado. Mas una invitación d...