Pasó cinco días más en la tierra, para evitar que el secretario de estado intentara hacerles algo. Durante ese tiempo, había descubierto que para sus padres ya habían pasado casi diez meses desde que había dejado a sus pequeños a su cuidado, por lo que los gemelos estaban a nada de cumplir dos años de edad.
Gaia se sentía realmente culpable por no poder estar con sus hijos como quisiera, pero las cosas en Asgard no mejoraban y era mejor que los príncipes de aquel mundo permanecieran en la tierra. Ella siempre estaría al pendiente de ellos, no importaba lo que pasara, jamás desatendería a sus hijos.
Nuevamente el bifrost se abrió sobre ella y regresó al mundo que gobernaba junto a su compañero de misiones. Heimdall parecía tranquilo al verla llegar, pero la joven solo sentía el vacío al saber que nuevamente estaría lejos de sus pequeños.
Caminó de regreso hasta el castillo, por lo que pasó por el pueblo y disfrutó un poco del paisaje. Había cientos de personas recorriendo el lugar con tranquilidad, pero cada poco tiempo se encontraban con los nuevos guardias. Las sospechas de que algo sucedía crecían cada vez más, por lo que intentaban disminuir el contacto de los asgardianos con los guardias, así evitarían esparcir el pánico por el lugar.
Al poco tiempo, por fin llegó al palacio. Cada persona que se cruzaba por su camino la saludaba con una reverencia, a pesar de que ella les decía que no era necesario tanta ceremonia. La ojiazul iba en busca de su esposo, pues había desaparecido sin haber dicho nada. Era de tarde, por lo que imaginó que se lo encontraría junto a sus amigos, y realmente atinó. El rubio era acompañado por los guerreros, quienes reían de las tonterías que alguno había hecho. En el momento que notaron la presencia de la reina, guardaron silencio.
-No se preocupen, no vengo a arruinar su diversión- dijo con una sonrisa la pelinegra.
-¿Qué sucedió?-preguntó Thor.
-¿Por qué habría de pasar algo?-
-Viste ropa de midgard, alteza- mencionó Sif. Gaia miró su ropa, y deseó golpearse la cabeza.
-Solo... un pequeño percance- respondió.
-¿Están bien los príncipes?- preguntó Volstagg.
-Sí... ahora sí-
-¿Qué pasó?-insistió el rubio.
-El secretario Ross- dijo simplemente tras un suspiro pesado- y Stark-
-¿Los encontraron?-
-Sí, pero me aseguré de que no les hicieran nada- respondió la joven, dejando que sus ojos se tornaran de un rojo intenso.
-Iremos a Midgard y defenderemos a sus hijos- espetó Frandal con seguridad.
-Ir a la tierra solo atraerá problemas, no es necesario- mencionó la pelinegra.
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Mystic: The life change
FanfictionHan pasado tres meses desde la separación de los vengadores, tres meses desde que Steve había dejado de estar a su lado. Su embarazo iba avanzando y con ella los deseos de una familia, pero no tenía al hombre de su vida al lado. Mas una invitación d...