Capítulo 23

331 50 12
                                    

Al entrar ambas en la casa de los McFly, Marlenne por fin pudo abrazar con fuerza a su mejor amiga, quien respondió aquella muestra de cariño de la misma manera. Al cerrar la puerta, la reina cambió a su apariencia normal. Por fin se reunían después de demasiado tiempo separadas. La castaña no había podido evitar derramar algunas lágrimas al separarse de su amiga.

-Estás aquí- murmuró Marlenne.

-Así es... y parece que fue lo mejor que pude hacer- respondió la joven.

-Tus padres... ¿qué sucedió?- preguntó preocupada la castaña.

-Mi papá recibió un disparo en la pierna, y lo llevaron al hospital, mamá fue con él-

-¿Y qué querían de ellos?-cuestionó su amiga, mientras entraban a la sala.

-Parece que buscaban mi traje... la verdad no sé para qué- contestó la ojiazul.

-Hay que ir al hospital- mencionó la ojiverde.

-Espera, hay dos personas a las que quiero presentarte- Gaia se levantó del sillón y caminó escalera arriba, siendo seguida por su mejor amiga.

Marlenne intentó abrir la puerta de su recamara, pero se encontró con que esta se hallaba cerrada con llave, por lo que la pelinegra utilizó sus poderes para abrirla desde dentro. Al ingresar a la habitación, la castaña sintió cómo su alma se iba al suelo; dos pequeños se encontraban acostados en su cama. Esta caminó a paso rápido para acercarse a ellos, y no pudo evitar sonreír enternecida al tenerlos frente a ella.

-Perdón por meterlos de incognito a tu casa, pero no había otro lugar cerca a donde ir- murmuró la ojiazul. Marlenne ni siquiera le contestó, pero tomó a uno de ellos en sus brazos.

-¿Cómo se llaman?-preguntó la castaña.

-Lynette y Einar Steven-

-¿Steven?-

-Sí...- la voz de Gaia se hizo débil al responder.

-Sigue sin saberlo-

-Y así tiene que quedarse- espetó la reina- están demasiado lejos... y él es buscado por la policía-

-Lo entiendo- murmuró Marlenne.

Estuvieron hablando por un tiempo más, pero la ojiverde optó por llevar a su mejor amiga a ver a sus padres. El camino hasta el lugar fue de cuarenta minutos, debido a que al ser fin de semana el flujo de autos no cesaba. Tras estacionarse, Gaia cambió nuevamente su apariencia, tomó a sus hijos y caminaron al interior. Marlenne le ayudaba cargando a Lynette, la cual jugaba con sus pendientes. La castaña había optado por ser quien preguntara por la información de los padres de la pelinegra, pues Gaia no llevaba consigo ninguna identificación, además del hecho de ser buscada por todo el mundo.

El recepcionista le había comentado que debido al susto, Greg se encontraba con la presión alta, por lo que pasaría la noche en el hospital, y que su esposa lo estaba acompañando. La reina se acercó a su amiga para escuchar mejor lo que le decían, así como para utilizar su poder sobre el recepcionista y poder pasar sin problemas.

Ambas caminaron hacia la habitación, encontrando a Greg semi consciente, y a Cecilia a su lado, intentando no quedarse dormida. Al abrir la puerta, la madre de la joven volteó a verlas, y no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran al ver a ambas cargando a los bebés.

-Por dios- murmuró Cecilia, llevándose las manos a la boca.

-Hola, señora Bronte- la saludó la castaña.

-Mamá...- la mujer se acercó a Gaia y la abrazó con fuerza, para después acariciar la pequeña cara de su nieto.

-¿Son ellos?- preguntó incrédula.

Mystic: The life changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora