Seres de horrible aspecto la perseguían y amenazaban con destruir a sus compañeros. El color lila sobrepasaba todo el lugar, muestra del gran poder que escondía en su interior. Era una guerra que no sabía si podrían ganar.
Luchaba con todas sus fuerzas, pero aquellos seres eran más fuertes que ellos, por lo que comenzaba a ser difícil retenerlos. La voz de Steve diciéndole que huyera de donde estaba la asustó, pero tuvo que hacerle caso. Esos monstruos eran cada vez más, y ellos cada vez menos.
De pronto, sus ojos comenzaron a ver algo distinto. Se encontraba en un lugar demasiado dorado para su gusto. Cientos de guardias corrían hacia un punto en específico, pero ella no sabía siquiera donde estaba. Para su sorpresa, apareció Thor a su lado; ella miraba que le hablaba, mas no podía escuchar palabra alguna. Fue entonces que un grito ensordecedor se escuchó; tuvo que taparse los oídos para evitar salir afectada ante el potente grito, y supo de quien era.
-Gaia- murmuró.
Con el miedo latente en su cuerpo, corrió en la busqueda de la ojiazul. Wanda corría por pasillos que ella desconocía, pero algo dentro suyo le indicaba el camino. Llegó a un par de puertas enormes y al abrirlas la encontró. La pelinegra se encontraba de rodillas frente a lo que parecían ser cunas, y ella se acercó a paso vacilante.
No entendía nada de lo que pasaba, pero ver a Gaia tan destrozada le dolía. Puso su mano en su hombro para demostrarle que se encontraba ahí para ayudarla, mas la joven parecía no saber de su presencia. Wanda escuchaba cómo esta decía palabras sin sentido, hasta que escuchó con claridad una frase: se los han llevado.
El sudor cubría su frente al despertar. Todo había sido un sueño, pero para la castaña había sido demasiado real. Algo en su interior se removía incómodo, como si lo que había pasado en su sueño realmente le hubiera afectado. Recordar el dolor que Gaia mostraba le erizó la piel, y esperaba que aquello solo fuera un simple sueño, pero sabía que cuando se trataba de ella, era muy difícil que solo se tratara de algo inexistente, su lazo era demasiado fuerte aun.
~*~
La búsqueda de los príncipes continuaba. Habían pasado dos días desde el suceso, y parecía que se hubieran evaporado. Ya habían ido a varios de los nueve mundos, pero no había avistamiento alguno de los bebés. El rey se sentía demasiado triste ante la decadencia en la apariencia de Gaia, pues cada minuto se miraba más triste y devastada.
Era entrada la tarde cuando la reina iba en camino hacia los calabozos, seguida de un grupo de guardias. Al abrirse las puertas, los guardias se adelantaron hasta llegar a las celdas donde se encontraban los merodeadores. Sabía que lo que haría no era correcto, pero poco le importaba; la vida de sus hijos estaba en riesgo. Mientras caminaba por el pasillo, llegó a donde se encontraba Loki, quien parecía triste al verla ahí. La ojiazul ni siquiera se inmutó ante la presencia del gigante de hielo, y siguió su camino.
Los guardias habían tomado a algunos de los merodeadores y los encadenaron, para después guiarlos hacia un lugar por debajo de las celdas. Gaia caminaba a paso seguro, estaba lista para saber donde se encontraban sus hijos.
La habitación en la que ingresaron se encontraba oscura, pero la pelinegra lanzó una esfera de fuego a las antorchas que había en la pared y poco a poco el lugar se hizo visible. Los guardias ataron a los merodeadores a las cadenas que había en la pared, para después salir de ahí, dejando a la reina sola.
-Bien, saben perfectamente porqué están aquí. ¿Dónde están mis hijos?- mencionó la joven. En su voz podía palparse el enojo contenido. Los merodeadores no decían nada, solo se quedaron viendo a la reina- está bien, hagamos esto por las malas- espetó.
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Mystic: The life change
FanfictionHan pasado tres meses desde la separación de los vengadores, tres meses desde que Steve había dejado de estar a su lado. Su embarazo iba avanzando y con ella los deseos de una familia, pero no tenía al hombre de su vida al lado. Mas una invitación d...