Capítulo 42

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Todo las decisiones que tomamos en la vida tienen un costo, por más insignificante que pensemos que es. Las cosas dentro del castillo se mantenían demasiado tranquilas como para poderse disfrutar. Gaia se encontraba en la biblioteca de la reina, intentando distraer a su mente. Habían pasado ya casi tres semanas desde lo sucedido con Thor, por lo que la situación entre ellos ya era igual a como era antes, pero había un detalle que a todos les hacía ruido, y era la notable ausencia del gigante de hielo.

Toda Asgard estaba enterada de que él mismo se había encerrado en su celda, lo que levantaba la sospecha del pueblo. Si bien, él se encontraba en su celda, bien podía haber planeado algo contra los reyes, y el estar encerrado lo salvaba de parecer el culpable. Gaia deseaba aclarar todos esos rumores que recorrían el pueblo, pero solo causaría un desastre si lo hacía.

Su atormentada mente no la dejaba siquiera dormir; saber que Loki ni siquiera quería verla le dolía, pero había sido ella misma quien había provocado todo ese embrollo. Deseaba con todas sus fuerzas el volver el tiempo atrás y detenerse en el momento en que el guardia había llegado a su departamento en Brooklyn. De no haber pisado nunca Asgard, nada hubiera sucedido.

El libro frente a ella carecía de interés, por lo que la ojiazul terminó por cerrarlo y dejarlo a un lado. Deseaba hablar con Loki más que nunca, pero sabía que este no iba a permitirlo. Con la cabeza dándole vueltas, salió de la biblioteca y se dirigió hasta los calabozos. Hablaría con él, así tuviera que hechizarlo.

Sus pasos se escuchaban decididos por el pasillo de los calabozos. Al detenerse frente a la celda de Loki, lo encontró leyendo uno de los libros que habían en el lugar. El ojiverde la miró sin expresión alguna, pero el verla traspasar la energía que lo mantenía cautivo lo tomó por sorpresa, mas no lo mostró. Gaia se acercó a él a paso tranquilo, y se sentó en la silla a su lado.

Con un movimiento de manos, creó un hechizo donde quienes se encontraban fuera no pudieran ver lo que sucedía dentro, mas había una ilusión, la cual mostraba a Loki simplemente leyendo como había estado. El gigante de hielo podía sentir la magia que emanaba la reina, por lo que suspiró con pesadez al saber que no tendría opción.

-Estaré aquí hasta que te dignes a hablar- espetó la ojiazul, viéndolo con tranquilidad.

-Lo mejor es que espere sentada, majestad- el tono burlesco irritó a la joven.

-Tenemos mucho de lo que hablar-

-No hay cosa alguna por la que tenga que hablar con usted- espetó Loki con enfado.

-¿Entonces así será? ¿me tratarás como si no hubiéramos estado juntos todo este tiempo?-

-Usted y yo no hemos estado juntos nunca. Deje de hacerse ilusiones- respondió el hijo de Laufey.

-No hemos estado juntos de manera romántica, si es a lo que te refieres, pero estuviste conmigo cuando más lo necesitaba- Gaia esperaba que en algún momento bajara un poco la guardia.

-Fui tu títere todo este tiempo por culpa del hechizo que me has puesto- espetó con enojo.

-Ambos sabemos que el hechizo que te he puesto solo sirve para evitar que escapes, no te obligué a nada-

-Repítete eso hasta que te lo creas- Loki realmente estaba enojado con ella.

-Sé que me encontraste con Thor esa mañana- soltó de pronto la reina, haciendo que las facciones del príncipe se endurecieran.

-A la próxima tocaré la puerta, si es eso lo que me quieres pedir-el tono burlesco de sus palabras la hizo suspirar levemente.

-Sé que estás enojado porque he dormido con él-

Mystic: The life changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora