Capítulo 20

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Gaia había logrado dejar de llorar gracias a la compañía de ambos hombres. Su mente viajaba desde la felicidad que había sentido al tenerlos en brazos por primera vez a lo sucedido hacía ya una hora. Thor estaba sentado a su lado, mientras acariciaba su espalda, intentando relajarla. Loki por su parte, se encontraba en el balcón, analizando que las cosas estuvieran bajo control.

La reina se puso de pie y caminó hasta quedar frente a las cunas de sus hijos, los cuales se encontraban dormidos plácidamente. Sin poder evitarlo, la ojiazul acarició la pequeña cabeza de su hijo, intentando no despertarlo.

-Tenías que haberme dicho la verdad- espetó la joven, volteando a ver a su esposo.

-Quería mantenerte a salvo- respondió el rubio.

-Pues no ha salido muy bien- el miedo se había ido de su cuerpo, para ser reemplazado por el enojo- de haberme dicho, habría estado preparada-

-No pensé que algo así sucedería- Thor parecía dolido por el tono hiriente de la pelinegra.

-Se supone que debes de estar un paso adelante de ellos, no al revés- el rey no pudo sostenerle la mirada a aquellos ojos que, a pesar de las lágrimas que volvían a aparecer,  lo podrían asesinar si fuera posible.

-Lo siento- murmuró.

-Gaia... creo que no es necesario enojarse- intervino el gigante de hielo por primera vez.

-¡Estuve a punto de perder a mis hijos con apenas dos días de nacidos! ¿Y crees que no debería enojarme?-

-¡Estuve a punto de perder a mis hijos con apenas dos días de nacidos! ¿Y crees que no debería enojarme?-

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-Pero lograste salvarlos- mencionó Loki.

Gaia rio sin felicidad alguna, sino más bien con molestia. El suceso la tenía demasiado enojada con Thor, y si su hermano se ponía de su lado, las cosas no terminarían muy bien para ninguno de ellos.

-Haré como que no escuché eso- dijo la ojiazul, mirando al pelinegro.

-Gaia... realmente lo siento. Sé que cometí un error al no decirte lo que pasaba en Muspelheim, pero intentaba no complicar más tu embarazo- Thor quiso acercarse a ella, pero la mirada que esta le regaló, lo detuvo de hacerlo.

-No quiero escuchar nada más... fuera de aquí-

-Gaia...-

-¡He dicho fuera!- el peso de la culpa llenó al rubio, quien sin replicar nada salió de la habitación, sin un rumbo fijo.

Loki miró a su hermano mayor irse, con la culpa tatuada en su rostro. El dios del engaño posó su mano en el hombro de la reina, pero esta la quitó casi al instante y se alejó de él, llegando al balcón de su recamara. Tras dejar salir un suspiro pesado, salió de ahí, siguiendo los pasos de su hermano adoptivo.

Gaia se sentía invadida por la rabia de lo sucedido, y esto aumentaba cuando pensaba que todo lo que había pasado se pudo haber evitado si Thor le hubiera dicho la verdad sobre el levantamiento de los gigantes de fuego. Lo culpaba. Lo culpaba por no hablarle con claridad, y se culpaba a sí misma por parecer débil ante el rey, quien tuvo que esconder la verdad para no afectar su embarazo.

Mystic: The life changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora