Capítulo 49

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Las risas y el buen humor rodeaba a la familia Bronte en esos momentos. Varios de los familiares de estos se encontraban en su casa, pues por fin había llegado el cuarto cumpleaños de los gemelos. Einar y Lynette habían crecido tan rápido que ni siquiera los padres de Gaia podían creerlo. Para la familia de la pelinegra, la presencia de los gemelos era por demás querida, pues eran el único contacto que podían tener con Gaia, aunque fuera de manera indirecta.

Para sorpresa de todos, unos pasos se hicieron presentes en el patio trasero. Los pequeños ni siquiera necesitaron voltear a ver quien era. Sus gritos de alegría resonaban en la sala, mientras que Gaia por fin entraba a la vivienda. La reina de Asgard abrazó con fuerza a sus hijos, los cuales habían corrido hacia ella.

Pronto su familia también se acercó a ella para poder saludarla; ya había sido demasiado tiempo sin verla. La joven se sentía realmente tranquila al por fin estar junto a su familia tras bastante tiempo sin poder regresar a la tierra. Cecilia la miraba con detenimiento, pues algo en su semblante le hacía saber que algo había cambiado.

La realidad era que la joven se miraba mucho más fuerte que la ultima vez que había pisado la tierra, y no era para menos. Las clases con Loki habían dado resultados bastantes favorables.

-Por fin te dignas a aparecer-mencionó una de sus primas con tono divertido.

-Y fue algo difícil lograr venir, la verdad- comentó Gaia suspirando levemente.

-Imagino que ser reina no es del todo divertido- la voz de Marlenne la tomó por sorpresa.

-No, claro que no- la ojiazul sonrió al ver a su mejor amiga presente. Ambas se abrazaron con fuerza; realmente se habían extrañado.

-Más te vale venir más seguido, o tus hijos acabarán con mi paciencia... igual que lo hacías tú- la pelinegra rio levemente.

-Exageras igual que siempre. Mis hijos no harían tal cosa-

-Eso es porque no los has visto últimamente-

-Marlenne tiene razón, cada vez hablan más- comentó su prima, haciendo sonreír a la joven.

-¿Sus poderes no han aparecido aun?- el tono de la ojiazul les hizo saber que le preocupaba que los pequeños comenzaran a experimentar sus poderes sin que ella estuviera ahí.

-Einar de vez en cuando deja salir una energía parecida a la tuya, pero en tonos dorados- Gaia sintió su piel erizarse.

-¿Solo eso?-

-Sí... Lynette parece que aun no desarrolla poderes-

-Einar ha mostrado poderes desde que estaba conmigo en Asgard... pero parece que el que esté aquí ha retrasado que aparezcan- Gaia pensaba en los momentos donde el pequeño había mostrado poderes, entonces recordó las palabras de Loki, explicándole que lo más probable era que sus poderes se hubieran presentado a temprana edad por estar en Asgard.

Repentinamente, ambos niños corrieron hacia ella, y la abrazaron por las piernas. Sus pequeños hijos parecían no querer separarse de ella, por lo que la reina tuvo que terminar la plática de ese momento y dirigirse hacia sus padres, aun con ambos aferrados a sus piernas. La familia completa se miraba tranquila y feliz, y el ambiente lo demostraba.

Cuando la noche llegó, los invitados comenzaron a salir de la casa, dejando a la reina y a sus padres por fin solos. Los pequeños se encontraban dormidos en la sala, pues habían jugado y comido tanto que les había provocado sueño. Lynette se encontraba dormida abrazada de la pelinegra, mientras que Einar se encontraba dormido con la cabeza recargada en la pierna de Gaia.

Mystic: The life changeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora