58.

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-Te amo Emma- me besa, y le beso de la misma forma.

-Y yo te amo a tí- el beso se vuelve salvaje.

Sus labios detallan mi cuello y de mi boca solo salen hermosos sonidos provocados por la excitación del momento.

Enseguida noto un bulto, excitantemente grande, en los pantalones de Seth.

LLevo mis manos al bajo de la sudadera que uso para dormir, y que tiene el excitante olor de Seth, y tiro de ella hacia arriba, sacándola de mi cuerpo y tirándola lejos.

Los labios de Seth vuelven a los míos y después bajan humedamente por mi cuello hasta mi clavícula. Las manos de Seth se posan sobre la tela de mi ropa interior dando leves apretones a mi culo, eso provoca que nuestras zonas íntimas se froten liberándo gemidos de ambas partes. Mi cuello se echa hacia atrás dejando más espacio a Seth para besar.

Sus labios emitan una hermosa sonrisa lobuna. Vuelvo la cabeza hacia él para besar esos carnosos labios, mis manos tiran de su pelo para acercarle a mí.

Sin embargo, sus manos se posan sobre mis pechos, erizados por la excitación y las otras 101 sensaciones que Seth provoca en mí. Al principio sus manos tiemblan, pero cuando rozan mis erectos pezones, y acto seguido suelto un fuerte gemido, sus manos dejan de temblar tomando confianza y siendo más pasional, dejando a su lobo seguir.

Su seguridad provoca que me llene de seguridad y baje mis manos por sus pectorales y dándo una leve presión para que se tumbe. Cuando lo consigo y oígo el jadeo que emite, tomo más confianza y froto mi zona sensible con la suya.

Beso sus pectorales dejándo besos húmedos por todos ellos. Bajando lentamente con más gemidos y fuertes jadeos por su boca. Cuando llego al borde de sus pantalones sonrio victoriosa y rozo ese mismo borde con la punta de mis dedos.

-Emma...- jadea complacido.

-¿Qué deseas Seth?- le pregunto divertida tozando con mis manos su bulto.

-Emma...- dice aún más fuerte.

-Dímelo Seth.

No responde, sin embargo, toma mis hombros elevándome hacia él y dándome la vuelta para ponerse sobre mí- Mi turno nena- dice sonriendo y dejando leves suspiros por mi cuello y mis clavículas.

Hace una larga pausa en la cual estoy a punto de protestar, pero mi protesta se queda atascada en mi garganta cuando la boca de Seth agarra uno de mis pechos chupando y mordiendo, provocando grandes gemidos de mi parte.

-Seth- gimo su nombre- oh dios, ¡Seth!

-Dime si quieres que pare preciosa.

-Es lo único que no quiero- gimo cuando cambia de un pecho al otro dejando un sonoro pop- Quiero que no pares- ordeno gimiendo.

Deja de nuevo el pecho con el pop, besando las cicatrices de mi abdomen y rozando con su mano mi zona sensible por encima de la tela de mis bragas.

Miro su cabeza que me mira desde esa zona pidiendo permiso.

Levanto mi pelvis y él retira mis bragas- Tú también Seth- le ordeno con voz temblorosa.

Me hace caso y retira sus pantalones dejando salir su miembro totalmente erecto, y grande, enorme. Se acerca a mí, mirandome a los ojos, cruzando nuestros dedos y besándome con sus piernas a cada lado de mí para evitar dejar caer todo su peso sobre mí. Sin embargo, noto su pene en mi abdomen justo sobre mis cicatrices.

Libero una de mis manos para sobar su abdomen y rozar su miembro temblando.

-Enseñame- le pido tartamudeando entre beso y beso y tomando con mi mano su pene. Pone su mano sobre la mía y empieza lentamente a subir y bajar la mano con una ligera presión que provoca un fuerte y ronco sonido desde su garaganta.

Esta duro y caliente, y me permite ver su cara complaciente con los ojos cerrados.

Es raro pero me complace complacerle y eso me provoca un suspiro.

Retira mi mano y me besa sujetando mis manos sobre mi cabeza con una mano y bajando la otra por todo mi cuerpo hasta rozar mi parte inferior.

Roza un sensible punto en mí y grito en consecuencia. Me sonrojo e intento guardar el resto de gritos que se pueden oír hasta en la China.

-No lo reprimas bebé- mete un dedo en mí lo que provoca que cierre los ojos ante la mezcla de incomodidad y dolor que siento en un primer momento.

-¿Estás bien?- abro los ojos encontrándome con los de Seth, asiento mientiendo y sé que él lo sabe, al igual que sé que él sabe que lo sé.

Pero es excitante.

Baja de nuevo sus labios por todo mi cuerpo.

Cuello.

Clavícula.

Pechos y pezones.

Cicatrices.

Ombligo.

Monte de Venus.

Punto sensible...

La hermana de Embry ~ Seth ClearwaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora