The Big Breaking Off

Regreso A La Ciudad

Un día había pasado, logramos descansar y reponernos, formular un plan para nuestro viaje y prepararnos.

No podíamos esperar mucho tiempo, pues la avanzada podía enviar más soldados tras nosotros que nos emboscarían adelante; teníamos que aprovechar nuestra ventaja, ir y regresar en un día, dos cuando mucho y los vehículos de la anterior incursión eran excelentes para eso.

Tomamos dos humbbies y nos dividimos. En caso de que un grupo se viera en problemas, el otro apoyaría.

Mi radio sonaba mientras Raven conducía.

«Haru, aquí tu hermana preferida, ¿cómo van las cosas por su lado», se trataba de Tsuyu.

—Fuera del hecho de que Raven conduce como una chiflada que va sola, todo despejado —respondí.

—¡Hey! ¡¿Qué clase de hombre eres si no te gusta saltar un poco?! —protestó la chica en cuestión.

—Te estás divirtiendo, ¿verdad?

—Mucho.

Suspiré y tomé mi radio nuevamente.

—¿Cómo van ustedes?

«Todo despejado... Y Math conduce como una abuela»

«La próxima vez conduce tú», se escuchó la voz del chico.

«Oh, ¿estás seguro?»

«... No».

Me reí por su respuesta, a las chicas en nuestro grupo les emocionaban demasiado los autos, pero en parte estaba bien por ahora, pues habíamos hecho una fila, yendo nosotros por delante y el grupo de Tsuyu nos seguía unos doscientos metros desde atrás.

Mientras Math mantuviera el ritmo y Raven no se adelantara demasiado... O nos matara, todo estaría bien.

Tomé mi radio nuevamente tras un estrepitoso salto que me habría hecho golpearme la cabeza de no ser porque llevaba el cinturón; en realidad, todos lo llevábamos, incluso Raven, que gritaba y reía.

—Hola, ¿Nette? ¿Cómo van las cosas por tu lado?

«¡Dime que significa mi nombre! ¿Es otra de tus bromas, verdad?».

—Nette, concéntrate en la misión —exigí mientras obviamente evitaba el tema, no le diría algo tan vergonzoso. Debí ponerle campanita o algo.

«Bien, mapache, pero como sea algo malo... Hay un grupo pequeño de Geas más adelante, no parecen más fuertes que tu golondrina, ¿qué procede?», ella volaba en el lomo de Gleam, adelantándose ligeramente para darnos perspectiva.

—Por ahora hay que rodearlos, no queremos entrar en conflictos innecesarios.

«Entonces comiencen a rodear, hay una zona menos espesa a unos cuatrocientos metros a la izquierda, sus vehículos pasarán por allí»,era muy útil tener un ojo aéreo, es decir, uno que pudiera hablar y dar indicaciones.

Hice el gesto y Raven comenzó a disminuir ligeramente la velocidad buscando a Gleam, que según el plan volaría en círculos sobre ese tipo de desvíos para indicar el  rumbo antes de adelantarse nuevamente, también avisé a Tsuyu para que Math acrlerara y pudiera ver por donde entrábamos.

El asunto era que con la pérdida de la ciudad y la reciente guerra entre las criaturas del bosque, muchas Geas buscaban expandir su territorio y se encontraban invadiendo los caminos que daban hacia nuestro destino, preparados y cuidados por los humanos desde hacía años; como tal, era la tercera vez que debíamos desviarnos por las partes del bosque que sí bien no eran tan espesas, sí se ponían en exceso movidas.