El Rey De La Tierra

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Que envidia, los chicos subieron cuatro o hasta cinco niveles en el caso de Raven por consumir esa sangre y ni siquiera sufrieron.

Yo solo subo uno o dos niveles por una criatura así y tengo que pasar por un dolor horrible... Que suerte tienen algunos.

-Pongan un tercio de sus puntos en resistencia, el resto usenlos para establecer su alineación -ordené para desquitar mi enojo.

Los chicos obedecieron.

Makoto colocó sus puntos en energía mental, Momo lo hizo en velocidad y Raven los distribuyó entre velocidad y fuerza, cosa que era algo imprudente, pero podía entender su deseo de no descuidar ningún área.

Al menos ya no se serían una carga... Espero.

Mientras ellos revisaban sus estados, yo me dispuse a cortar la piel y carne de la serpiente, así como sus colmillos y glándulas venenosas.

-¿Por qué haces eso? -preguntó Momo.

-No tenemos mucho alimento y ustedes tampoco tienen armas, no podemos ir así por este lugar.

-Es verdad, además, las partes de un Gea clase 3 son un gran tesoro -agregó Raven.

-Por eso... -envolví mis mangas en los colmillos de la serpiente mientras jalaba-. Necesitamos llevarnos lo que podamos -el Colmillo salió tras jalar un poco.

Usé mi espada para debilitar la base del otro Colmillo y repetí el proceso.

Al final, nos llevamos unos 20 kilos de carne y entregué los colmillos envueltos en algo de piel a Momo, Makoto y Raven para que pudieran defenderse.

En cuanto al resto de piel, quería llevar mucha, pero el espacio y superficie en el túnel eran inadecuados para quitar demasiada; aún así, me llevé un buen pedazo y lo guardé en mi mochila.

-Vamos antes de que alguna criatura llegue a recoger el cadáver -sugirió Raven.

Seguimos avanzando por el túnel, pero el ambiente se sentía cada vez más pesado y más difícil.

-¿No estamos bajando cada vez más? -preguntó Momo.

-Creo que si, las paredes se están volviendo más duras, como si la tierra sufriera mayor presión en esta área; además, antes podíamos ver algunas raíces llegar a través del techo, pero ahora... -explicó Makoto.

-¿Deberíamos regresar?

-No hay mucho que hacer, no sabemos por donde nos arrastró el agua, tampoco recuerdo todos los caminos que tomamos, ¿Ustedes?

Todos negaron con la cabeza.

-Si llegamos al fondo, podremos subir, es de sentido común que todos los túneles en el fondo lleven hacia arriba.

-O den vuelta y regresen al mismo lugar -corrigió Raven a la rubia.

-Tal vez haya algún túnel principal.

-No lo sabremos empezando una discusión, de cualquier manera, hay muchos topos en la superficie que se dirigen al fondo, no podemos retroceder -expliqué.

-Es verdad -de nuevo lucían deprimidos, así que, para aliviar el ambiente, se me ocurrió una idea.

-Busquemos algún lugar seguro para comer.

Con los estómagos casi vacíos, nos animamos a buscar una cueva o un túnel no excavado, algo que pareciera un callejón sin salida donde compartí mi comida, por lo que nos quedamos únicamente con la carne de serpiente.

Mientras Makoto y Momo comían, Raven me alejó del grupo.

-¿Cuál es tu secreto?

-¿De nuevo con eso? No soy un asesino.

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