—Que rico se siente —la mujer que se suponía me entrenara era muy... Muy despreocupada.
—...
—Vamos, no pongas esa cara y déjate llevar.
—¿No se supone que me entrenaría? —me quejé.
—Y eso hago ¿Cómo puedes decir que esta clase de actividad no lo es? —respondió con rostro orgasmico.
—No veo como podría serlo.
Ella se rió y levantó su pierna, salpicandome sin cuidado.
Al parecer, su idea de entrenamiento fue venir sólos a unas aguas termales en la parte trasera de la avanzada; estaban reservadas para las personas importantes, pero debido a las implicaciones de la contingencia, todos estaban ocupados, así que no había quien las usará.
—De verdad que te tomas todo muy enserio —respondió acomodándose en el agua y luciendo su blanco bikini que resaltaba sus rasgos rubios—. Tus movimientos son siempre demasiado rígidos ¿cuándo fue la última vez que tomaste un descanso apropiado?
—Bueno...
—Saber cuando descansar también es parte del entrenamiento, de lo contrario terminarás por estancarte sin importar lo mucho que entrenes o cuanta sangre de GEAS bebas.
—Eso no tiene sentido —respondí levantándome del agua poco profunda, pero su expresión severa me hizo regresar.
—Sientate.
—¿Puede explicarme por favor cómo esto me ayudará a mejorar?
—Porque los movimientos de un espadachín deben ser fluidos pero firmes; es necesario saber moverte con ligereza mientras atacas con todo lo que tienes, pero tus movimientos son el colmo de lo tosco.
No hay belleza —sus palabras repentinamente se sentían como agujas—. No hay elegancia ni ligereza, no hay constancia ni fluidez; es como si sólo agitaras la espada tratando de cortar algo.
—...
—Pero no es tu culpa; se ve que no tienes ni los más mínimos indicios sobre el esgrima. Cualquiera se daría cuenta de que sólo tomaste una espada porque creíste que era lo mejor.
—Bueno, bueno, mejor dígame que tiene que ver eso con esto —respondí molesto mientras salpicaba con el agua.
—Para saber moverte con fluidez, necesitas aprender a relajar y a sentir tu cuerpo, y no hay nada más relajante que esto... Tal vez un masaje ¿me darías uno?
—Creí que el propósito de esto era que yo me relajara —respondí con los ojos entrecerrados de forma inquisitiva.
—Me sorprendes. La mayoría de los jóvenes se pelearían por tocar este hermoso cuerpo —expresó con arrogancia mientras repasaba las curvas de su figura frente a mí.
—No este joven —me señalé.
—No, tú eres un princeso.
—Maldita sea ¿por qué todos me llaman así? —pregunté molesto—. Vencí a una GEA clase 4 ¡¿un princeso haría eso?! No lo creo.
—Entonces demuéstralo y dame un masaje.
—¡No voy a darle un masaje!
—Que aburrido eres —se recostó sobre el agua mientras se quejaba—. Eres muy joven para mantenerte tan tenso, incluso el viejo knife se relaja de vez en cuando.
—¿Dice que debería saltar sobre sus pechos como un degenerado?
—Sería más divertido... Pero te golpearía.

ESTÁS LEYENDO
The Big Breaking Off
Science Fictiontras una agonizante sobrepoblacion, gaia envía una serie de desastres de nivel cataclismo para exterminar a la humanidad, sin embargo, tras perder el 99% de su población, esta logro prosperar y nuevamente expandirse, lo cual la lleno de ira por lo q...