The Big Breaking Off

Lucha De Poder

El sol ya se ponía y el paisaje se volvía rojizo a través de la ventana en la oficina de Jacknife ¿era necesario traernos hasta aquí?

El profesor se sentó en su escritorio y me observó con detenimiento mientras encendía un abano.

—¿Fumas?

—Obviamente no —respondí seriamente; quería que me dijera la verdad.

—¿Dónde escuchaste lo de prometeo?

—Había un general hablando de eso al teléfono.

—Seguro fue Clive —Jacknife expulsó una bocanada de humo con decepción antes de continuar—. Siempre tan descuidado.

—¿Por qué nadie nos dijo nada?

—Esa es información clasificada y ustedes ni siquiera tienen un rango; ¿por qué te importa tanto?

—Porque si ya terminaron la fase de desarrollo, buscarán sujetos de pruebas, y como siempre, serán mis hermanos los elegidos para ello.

No tienen quién abogue por ellos; fácilmente podrían tomar a algunos huérfanos sin importar si mueren o no —

—Tienes un punto, chico, pero no te preocupes por ello. Blist y yo mantenemos nuestra atención sobre ellos para evitar que cualquiera los abuse.

—¿En serio?

—Mira el panorama actual; en una situación normal, los habrían vendido a nuestros contactos en otra ciudad para ser colaboradores o habrían sido reclutados por la fuerza en el ejército. El puesto de avanzada simplemente no tiene el capital para solventar los gastos de un montón de huérfanos.

En realidad, lo que decía Jacknife era bastante lógico; los huérfanos no tenían familia o dinero, eran el eslavon más débil del lugar, pero muchos de los mayores se reclutaron de forma voluntaria y otros comenzaron a realizar trabajos pequeños.

—Les dije que no te mencionaran nada, pero Blist y yo movimos nuestra influencia para que pudieran realizar trabajos sencillos. Viven con lo mínimo, pero se esfuerzan y nadie puede poner en duda su utilidad... Por lo menos no en gran medida.

—¿Y por qué usted lo menciona si pidió que no me dijeran?

—Tal vez eso te motive ahora que sabes sobre prometeo —se encogió de hombros—. ¿Te gustaría ayudarlos?

—Sabe que nunca me negaría.

Sonrió.

—Bien; el sistema prometeo será probado en algunos cabos con talento y resistencia; los altos mandos creen que pueden reemplazar a los potenciadores y en una semana y media, se llevarán acabo una serie de encuentros para decidir si es factible o no mantener soldados a base de drogas.

—¿Y quiere que gane?

—Quiero que elijas a tu equipo y te los lleves de aquí.

Me mostré confundido y él lo notó, pues, tras otra bocanada de humo, continuó con la explicación.

—Esos ancianos de nalgas meadas no juegan limpio; tengo que entregar una lista con los representantes de los potenciadores y tras ello, lo más probable es que traten de sabotearlos. Francamente, no me sorprendería si alguno de ustedes amanece muerto en los próximos días.

El caso es que ninguno terminó su entrenamiento y eres el único que sabe moverse de manera más o menos adecuada en el bosque. Tendrán que internarse y sobrevivir para regresar el día del encuentro; será más seguro para ustedes así —a eso se refería Blist cuando dijo que los humanos son peligrosos, pero...