Compañero Inoportuno

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Me reuní con Math y le expliqué la situación, así que nos dividimos. Nos veríamos en la entrada tracera en treinta minutos para aprovechar la corredera de los militares; mientras tanto, reuniríamos equipo y hablaríamos con los demás.

Lo primero sería ir al almacén y conseguir algunos víveres; ya lo había hablado con Jacknife y podía tomar algunas botellas de agua y comida suficiente para medio día de viaje, después nos arreglaríamos solos.

Entre el escándalo, nadie vigilaba, así que me escabullí dentro de la bodega y...

—¡Haru! —me encontré a Katia amarrada de forma muy sugerente en una diminuta ropa interior—. Que bueno que eres tú ¿me desatas?

—¿Otra vez? ¿Enserio? —pregunté con la mano en el rostro recordando cuando le pedí que confeccionara mi traje.

—Es que conocí a un soldado muy guapo y quería cogermelo, así que le pedí a una amiga que me envolvíera para regalo... Pero el imbécil dijo que me delataría con un superior y luego sonó la alarma... Así que creo que tengo suerte.

—¿Y tu amiga no tenía sentido común o por qué te ayudó?

—Al principio no quería, pero amenacé con seducir al chico que le gusta... Como si pudiera hacerlo ¡¿por qué todos los chicos me huyen?! ¿Tengo algo de malo?

—Olvídalo —negué y me agaché para quitarle sus amarres—. Te desataré, pero no me has visto por aquí ¿de acuerdo?

—¿No vas a sacar provecho de la situación?

—¿De verdad no te importa?

—Pues te conozco desde que eramos niños y estaba mentalmente preparada para coger con alguien, y ya que no has dejado de verme el trasero, no me molestaría si tomas los pétalos de mi linda, suave, libre de pistilos e inexplorada flor.

—... —¿qué debía decir? Sólo mantuve mi cara de poker mientras intentaba comprender que clase de tornillo se salió de la cabeza de esta chica—. ¿Si sabes que estamos en una emergencia?

—... Maldito virgen.

—Puedo dejarte aquí.

—Puedo decir que te vi porque es obvio que no deberías estar aquí.

—¿Por qué te sigo ayudando? —pregunté resignado mientras tomaba mi cuchillo para cortar sus cuerdas.

—¿Porque soy hermosa?

—¡Haru! —y Raven llegó de pronto. ¿Esto sería como la última vez? —. ¿Qué haces cuando está sonando la alarma? No puedo creerlo de...

—Es Katia.

—Ahora entiendo —al menos era más comprensiva que la última vez, por lo que, luego de acercarse para confirmar con la poca luz que había, también tomó una navaja para ayudarme—. ¿Qué haces aquí?

—Vine por suministros; adelantaremos el viaje y nos veremos en la entrada trasera en veinte minutos. Se supone que Math les avisaría mientras yo reúno material ¿Qué haces tú aquí?

—Te vi escabullirte y te seguí.

Un último corte y las cuerdas cayeron.

—Muchas gracias por su ayuda —Katia corrió a un rincón a recoger su ropa—. Las botellas de agua están en el almacén de la derecha, hay muchas cuerdas e instrumentos de campismo en el tercer armario al fondo, botiquines en el estante a sus espaldas y las latas de provisiones... Bueno... Esas pueden verlas en los estantes alrededor, seguido vengo a robar comida —terminó sus indicaciones mientras se vestía, logrando evitarnos la pérdida de tiempo que sería buscar.

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