The Big Breaking Off

Cambio De Planes

Autor.

Hello, Brodas.

¡¿Ready for the next adventure?!

Finalmente, luego de varios días de espera, ¡les traigo el nuevo capítulo de esta singular historia!

Espero que la disfruten y no dejen de comentar o dejaré de subirla otra vez >:v.
La pequeña hada era tan molesta.

Discutiendo, interrogando, cuestionando todo lo que yo hago mientras volaba a mi alrededor.

"No te acerques a mí árbol", "No es posible que seas tan casual con la gran madre", "No me sacudas, no soy una puta maraca".

Todo lo que decía era molesto, pero al final llegamos a una especie de acuerdo.

No trataríamos de llevarnos bien, pero haríamos el esfuerzo por no molestar al otro.

—Y en cuanto a tu nombre... ¿Cómo te llamas? —pregunté sentado plácidamente mientras hablaba de mis planes con ella y con Gaia.

—Bueno... En términos de nombre, no tengo nombre... —respondió desviando la mirada—. ¡Pero no es que lo necesite viviendo entre plantas y la gran madre! —se apresuró; parecía molesta.

—¿Y si te doy alguno?

—¡¿De verdad...?! —su rostro de emoción cambió rápido por un puchero mientras desviaba la mirada—. ¿Quién querría un nombre dado por un humano con cara de mono? Además, ya te dije que no lo necesito.

—Pequeña rata voladora...

—¡Haru! —fuimos interrumpidos por los chicos que empezaron a llegar por la entrada tras haber escalado. La primera fue Tsuyu mientras Sasha le seguía de cerca—. ¡¿Cómo te atreves a dejarnos el trabajo de apartar las cosas de esos soldados mientras te sentabas plácidamente a descansar?!

—Lo siento, yo...

—¡Gaia! ¡Traje amigos! —Sasha interrumpió emocionada por tantas visitas en su hogar, de modo que mi amiga solo suspiró y movió la cabeza mientras ayudaba a subir a los demás.

—De verdad es mucha gente... —la pequeña hada parecía incomoda.

—Hola chicos, disculpen la demora, estaba hablando con esta chica para que no atacara a nadie —señalé a pulgarcita con alas y todos parecieron curiosos.

—¿Quién es ella? —preguntaban sorprendidos por ver a un ser humanoide miniatura volando cual colibrí.

Incluso se olvidaron de que les dejé todo el trabajo.

—Ella es Tinker... —fui interrumpido por la chica en cuestión.

—No estoy segura de qué estás a punto de decir, pero sé que te estás burlando, así que si terminas ese chiste, te juro que te meteré una puta raíz de cicuta en el culo mientras duermes...

Me reí nervioso.

—Ella es... Nette, Nette Blume, pueden decirle Nette... ¡Es un hada! —y no hice la broma con su nombre, pero no pude evitar decir lo último.

—¡Ya te dije que no soy un... !

—¡Wo, un hada! ¡Qué increíble! —no tuvo oportunidad de quejarse cuando todos la rodearon con palabras de asombro.

—No creí que existieran.

—Es como estar en un cuento.

—Es bellísima.