MELODÍA A MEDIA NOCHE (Jimsu)

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Una mentira disfrazada de verdad, ¿hasta donde se puede llegar con el engaño? Solo hay un camino, transformar aquella mentira en la verdad absoluta, llegar a tal punto donde no estas seguro de dónde comienza y en donde termina, hasta hacerte dudar de lo que es o lo que fue. En resumen, creer en tu propia mentira.

Estando en su escritorio Yoongi recibió la confirmación que tanto esperaba por parte de Hoseok. Un simple mensaje centelleando en la pantalla de su celular, con unas pocas letras diciendo que su paquete había llegado a salvo hizo latir su corazón desaforado y la sonrisa en su rostro que casi no pudo evitar emitir.

Seguramente el hombre siguiente en su lista debía estar temblando como una hoja al ver su futuro congelado sobre una cama llena de pétalos de rosas, al ver el verdadero sello de la familia Min en todo su esplendor sobre la piel del cadáver.

Un temblor inició desde su estómago por la anticipación, pasó por cada parte de su cuerpo alterando cada célula con la promesa de un juego nuevo, por la cacería y las ansias de ser el catalizador de un miedo atroz que sucumbe en la mirada temerosa de un desdichado, transformándose en nada frente a él, suplicante por algo que no llegará. Rogando por perdón.

Entonces las siete en punto llegó y él rápidamente apagó su computador, tomó su chaqueta y salió por la puerta despidiéndose de todos antes de que Jimin se le atraviese en su camino.

Con pasos lentos se dirigió a una calle solitaria cerca de la estación de autobuses, espero un momento a un mensajero que tenía un recado para él.

-Dame el dinero-la voz desesperada del hombre no tomó por sorpresa a Yoongi, quien volteó su vista para encontrarse con unos ojos amarillentos y un rostro demacrado.

-Le di el dinero a tu jefe esta mañana-contradijo con verdadera molestia en su voz.

-Eso no es verdad, él me envió por el dinero hoy, ¡no quieras engañarme!

-¡Ya les dí todo lo que tenía! ¡¿Qué más quieren?!

-Prometiste una cuota diaria por el departamento-el hombre con mal aliento lo tomó fuertemente del cuello de su camisa para arrastrarlo a un callejón donde no los pudieran ver los transeúntes que podrían pasar por ahí-no vayas a retractarse si no quieres recibir una lección de mi parte-prosiguió cerca de su rostro.

-¡Suéltame! ¡no me toques!-empujó Yoongi al hombre con fuerza y luego lanzó un puño a su rostro, preparándose para lanzar más golpes si era necesario.

Una baja risa desprovista de gracia vino del hombre, se sujetó el lugar donde Yoongi lo golpeó y con la otra mano sacó un arma de su cinturón para apuntar a la cabeza de Yoongi.

-¿Acabas de golpearme?-susurró acercándose cada vez más a Yoongi, presionando el cañón en su frente con fuerza-¿quieres morir aquí mismo como un perro? Ahora vas a pagar el doble pequeño imbécil.

-¡Baja el arma!

El grito de Jimin al otro lado del callejón alertó al hombre y a Yoongi, ambos voltearon a mirar a la misma dirección de donde provino el grito, ahí estaba Jimin apuntando con su arma al hombre que estaba amenazando a Yoongi. Sus ojos mantenían una mirada amenazadora y sus cejas ligeramente fruncidas lo hacían ver furioso.

-¡Baja el arma lentamente y apártate!-volvió a hablar esta vez con más fuerza manteniendo su respiración calmada y con sus ojos mirando fijamente donde estaba apuntando, justo en medio de la frente del delincuente de baja calaña.

Como Yoongi tenía planeado, el hombre que no tenía una pizca de paciencia y además con una cantidad inimaginable de estupidez, lo tomó del cuello con fuerza para llevarlo delante de su cuerpo, colocándolo en medio, apuntando el cañón en su cabeza, tomándolo como rehén.

-Si no quieres que el cerebro de este imbécil quede salpicado por el suelo vete ahora mismo.

Entonces Jimin empezó a bajar el arma lentamente y en medio de su movimiento, alzó y bajó su ceja izquierda con rapidez, acto que fue visto por Yoong.

En tanto el hombre mantenía su vista en el arma de Jimin, descuidó a Yoongi que, aprovechando su distracción bajó su cabeza, llevó su codo al estómago del hombre con fuerza, lo cual hizo bajar el cuerpo del hombre un poco por el dolor del golpe, entonces Yoongi alzó su cabeza con fuerza golpeándolo en su nariz, intentó tomar el arma de las manos del bastardo, pudo hacerlo con facilidad pero falló intencionalmente, entonces el tipo alzó su cabeza miró a Yoongi que estaba a una corta distancia, alzó su arma apuntando en su dirección y luego el estruendo de un disparo quedó en el aire mientras un cuerpo pesado caía al suelo.

Sangre salpicó hasta llegar al rostro de Yoongi, pasos se escucharon a su espalda en tanto el líquido viscoso saliente de la cabeza del idiota muerto en el piso llegaba hasta sus pies.

Brazos fuertes voltearon su cuerpo y luego lo atrajeron a un pecho amplio, la calidez del cuerpo de Jimin acogiendo de esa forma lo dejaron sin respiración y con una sonrisa en sus labios que por más difícil que fuera tuvo que ocultarla.

Por un largo momento Jimin lo sostuvo con fuerza, sus manos empezaron a temblar y su respiración acelerada chocaba en su cien.

-¿Qué pasó Yoongi?-preguntó Jimin alejándose con un rostro lleno de preocupación-¿estás bien?

-S-sí-fingiendo estar ido contestó con voz entrecortada, parpadeando con lentitud-¿qué hace aquí Teniente?

-Salvando tu vida-contestó Jimin soltando sus hombros dándose cuenta de lo que estaba haciendo, luego su rostro lleno de preocupación se transformó en uno lleno de ira-¿Qué demonios estabas haciendo con ese hombre?-preguntó totalmente furioso caminando lejos de Yoongi, tomando su radio para informar a la central que hubo un tiroteo, una situación con un rehén, miembro de la unidad de homicidios dando como resultado la muerte del tirador.

-Teniente...yo...lo siento mucho-se disculpó Yoongi cuando Jimin terminó de hablar con la central.

-Vas a tener que ser interrogado por esto y yo también diré mi versión, pero de eso nos vamos a encargar mañana-comunicó Jimin peinando su cabello hacia atrás con frustración, caminando a la calle principal para recibir a los oficiales que estaban llegando junto con el equipo forense.

Otra unidad de homicidios fue la encargada de interrogar a Yoongi y Jimin brevemente en el lugar en tanto el cuerpo del delincuente era retirado. Yoongi no dijo mucho, solo que estaba siendo asaltado por ese hombre, que estaba un poco inquieto y que parecía estar drogado. Los agentes escribieron su versión rápidamente creyendo en sus palabras, sin embargo Yoongi sintió la mirada de Jimin perforando su cabeza con intensidad.

-Si ya terminaron con el interrogatorio me lo voy a llevar-dijo tomando el brazo de Yoongi para alejarse de ahí.

-Teniente van a tener que dar sus respectivas declaraciones con asuntos internos.

-Sé el procedimiento-contestó Jimin a la agente malhumorado, llevando a Yoongi hasta su auto, lo metió y fue al asiento del conductor, se mantuvo sujetando el volante con fuerza observando al frente por un momento-vas a decirme la verdad-comunicó tajante encendiendo el auto-y no pienses en volver a ese lugar, de ahora en adelante vas a quedarte en mi casa, si vas a trabajar en mi unidad tal parece que voy a tener que vigilarte de cerca.

Jimin estaba furioso, a un paso de llegar a la absoluta cólera y su confianza en Yoongi era nula. Por otro lado, su plan que estaba horneando desde el primer día dio resultados favorables. Claro que tuvo que poner en riesgo su vida, pero eso era lo de menos.