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Jimin no estaba seguro de si fue la conmoción de los golpes que recibió en la cabeza o si en realidad pasó lo que sus ojos presenciaron.

En un momento estaba siendo rehén de una organización delictiva llamados los Kim del Sur y al otro estaba en medio de una lluvia de balas, las cuales no impactaron en su cuerpo gracias a que lo dejaron caer al suelo, luego su cuerpo fue protegido por un hombre enmascarado con un antifaz lleno de joyas.

La entrada de ese hombre a la habitación fue increíble, las puertas se abrieron dejando ver su silueta tan hermosa y al mismo tiempo tan amenazante, como si fuera un león a punto de atacar con sus enormes colmillos.

Su cabeza daba vueltas y cuando por fin se percató de donde estaba, sus manos atadas a su espalda intentaron zafarse de las sogas, al parecer hecha de un material muy suave. Tardó un momento en conectar los cables en su cabeza para poder pensar correctamente y cuando por fin pudo hacerlo quiso con todas sus fuerzas alcanzar al hombre, o al parecer doncel. del asiento de enfrente, sin embargo al intentar hacerlo fue retenido de sus hombros.

El auto en el que estaban tenía los asientos traseros uno frente al otro y mientras Jimin era retenido por un par de hombres el doncel frente a él se encontraba mirando por la ventana con su visión perdida entre las calles, mientras tanto el auto seguía adelante. El reflejo de las joyas de su máscara claramente visible en el cristal de la ventana volvió loco a Jimin de furia. Reconocía esas rosas y esa serpiente, la imagen estaba en su memoria tatuada hasta lo más profundo de su cabeza. Jimin tenía justo frente a él a la cabeza de la familia Min y no podía liberarse para tomar su cuello y romperlo en mil pedazos.

-Para ser un Teniente de homicidios-dijo el doncel pausadamente sin dejar de mirar por la ventana con voz ronca y distante-no eres muy observador.

-Tú-respondió Jimin con ira contenida-fuiste tú.

-Te salvé de ese jefe Kim...deberías ser más agradecido y no dejarte llevar por la furia del momento, justo como lo haces en este momento. Si me observas bien, obtendrás las respuestas que quieres-sonrió el doncel en voz baja esta vez observando en su dirección.

Aquellos ojos filosos, como el de una serpiente o tal vez como el de una cobra a punto de morder y verter todo el veneno de sus colmillos, lo observaron con detenimiento. Esos iris negros tan profundos como el interior de un hoyo en la tierra, tan vacíos, erizaron la superficie de su piel y justo cuando pensó que ese mounstruo iba a acabar con él, la yema de uno de sus finos dedos acariciaron el dorso del rostro de Jimin tan delicadamente que lo tomó por sorpresa. Era como si no quisiera colocar presión alguna en su caricia, simulando tocar el ala de una delicada mariposa, casi temeroso de romper la superficie.

Luego el doncel apoyó la espalda en el asiento, extendió una de sus manos y al instante colocaron en su palma una boquilla dorada larga de cigarro con un cigarrillo ya encendido.

-Deja de hablar con rodeos ahora mismo, si vas a matarme hazlo de una vez o si quieres decir algo habla-exigió Jimin con sus ojos inyectados de una furia sin igual.

-Tan salvaje como siempre-sonrió Yoongi al ver a Jimin loco de furia, parecía un gato montés o tal vez un pequeño gatito gruñendo enfurruñado-si quieres respuestas deberías buscar mejor la información que quieres. Nunca es tarde para hallar la verdad Teniente Park.

Sin más que Yoongi pudiera decir se acercó a Jimin peligrosamente al mismo tiempo que cubrió los ojos de Jimin con su mano libre y con la otra quitó el antifaz de su rostro para luego tomar una calada de humo en su boca y por último besó a Jimin en los labios.

Un beso robado es mucho más apasionante y divertido que uno tomado con permiso, el sabor de lo prohibido y de lo negado es mucho más placentero y Yoongi al robar ese beso de Jimin saboreó en sus labios la gloria y el elixir que llenó su cuerpo de vida y calor.

Jimin no podía ver y su mente quedó en una oscuridad total, la cual fue interrumpida por unos delicados labios sobre los suyos. Al no tener el sentido de la vista sus demás sentidos se intensificaron por lo que sintió aún más intensamente el sabor del humo de cigarro en sus papilas gustativas, la textura suave de una lengua traviesa y ávida de sentir su sabor lo sintió profundamente, tanto que una pizca de placer lo derribó, no obstante salió de su ensoñación para morder el labio del hijo de puta que le robó un beso. El sabor de su sangre metálico en su lengua permaneció por mucho tiempo cuando aquel bastardo se alejó.

-¡Qué pretendes hijo de puta!-totalmente alterado Jimin gritó y movió su cabeza de un lado al otro para quitar la palma de ese bastardo para poder ver su rostro, luchó demasiado y cuando por fin lo soltó, la máscara estaba nuevamente en su lugar.

-¡Deja de esconderte cobarde! ¡De qué te escondes hijo de puta! ¡¿Cómo te atreves a besarme maldito bastardo?! ¡Deja que te ponga las manos encima! ¡Voy a matarte!-vociferaba incesantemente Jimin moviéndose de un lado al otro como un loco maniático queriendo alcanzar al Señor Min.

En tanto Jimin gritaba que iba a matarlo Yoongi no pudo evitar reír al momento en el que el auto se detuvo y pidió soltar las manos a Jimin-sueltenlo-siendo observado con incredulidad por parte de sus hombres que retenían a Jimin volvió a repetir esta vez en tono serio.

-Suelten sus manos.

Sin perder el tiempo los hombres que sostenían a Jimin lo soltaron y cuando apenas sintió sus manos liberadas intentó alcanzar al doncel oculto bajo la máscara, no obstante no se percató de que sus pies también estaban atados y cayó al suelo, cuando estuvo a los pies del doncel, lo observó reír a carcajadas al mismo tiempo que indicaba a uno de sus hombres abrir la puerta lateral del auto.

Con una mirada penetrante el doncel alzó uno de sus pies e hizo presión en uno de sus hombros. Con un grito Jimin cayó al suelo fuera del auto, tan enojado y furioso que era capaz de sacar fuego por su boca. 

MELODÍA A MEDIA NOCHE (Jimsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora