Fin parte 2/3

282 35 26
                                    

Adivinen quien necesita un capítulo más para terminar?

Una semana antes.

-Soy un Min, soy miembro de la familia Min, la que tanto has buscado, ahora...¿Qué vas a hacer?¿me aceptas pese a esto Park Jimin?

Esa pregunta fue la que más impresionó a Jimin, Yoongi no había dicho nada más que eso, no trató de justificarse, mucho menos a su familia y solo espero su respuesta tranquilamente observando su expresión.

Aquella noche en la que Jimin por primera vez probó su cuerpo, su piel y su pasión, supo la verdad, Yoongi, Min Yoongi es el heredero de la familia Min, una que buscó por todas partes y trató de llevarlos ante la ley o en el peor de los casos, ser juez y verdugo para los responsables de la muerte de sus padres, sin embargo ahí estaba, la cabeza de esa familia frente a él, siendo el doncel más hermoso que vio en su vida, su primer amor y el único.

Pese a tener un arma en sus manos apuntando al corazón de Min Yoongi, sabía que no podía hacerlo, incluso si el arma estuviera cargada, no habría jalado el gatillo. Jimin supo la verdad sin haber escuchado una explicación, Yoongi no tuvo nada que ver en la muerte de sus padres, él estaba estuvo esa noche huyendo tomando su mano fuertemente. Jimin incluso pensó que Suga había muerto y aunque preguntó varias veces nadie afirmó nada, ni negó nada, la existencia misma de ese doncel fue fantasmal, como si nunca hubiera existido.

Por esa noche Jimin se dedicó a recuperar tantos años perdidos junto a este mentiroso y adorable doncel para luego salir a la mañana siguiente sin decir una palabra y ser perseguido incansablemente por Yoongi todos los días desde esa mañana.

Yoongi por fin mostró su verdadero rostro luego de tanto, venía a recogerlo a la oficina a un par de calles porque ponchó las cuatro llantas del auto que usaba Jimin y todos los días vestía con ropa de diseñador, un conjunto más llamativo que el anterior, gastaba dinero en grandes cantidades y hasta le compró una villa enorme, la cual rechazó y cuando Jimin no quería subir al auto de Yoongi no dudaba en disparar un tranquilizador para llevarlo.

-Debes dejar de huir-pronunció Yoongi cansado de las negativas de Jimin-no aceptas mis regalos, no aceptas propiedades, no aceptas venir conmigo. Tu rechazo es algo frustrante.

-Estoy ocupado-contestó Jimin levantándose de la cama-no tengo ni una sola pista del culpable de la muerte de mis padres, no tengo tiempo de jugar contigo.

-Haberlo dicho antes-sonrió Yoongi-sabía que había olvidado algo.

Yoongi se levantó del mullido sofá negro que parecía más un trono que un mueble y fue a buscar algunos documentos del cajón de un mueble para luego dárselos a Jimin.

-¿Por qué no me mostraste esto antes?-preguntó Jimin pasando las hojas de los documentos una a una rápidamente mientras sentía su estómago revolverse.

-Deseaba darte una sorpresa trayendo a ese hombre amarrado a tus pies, pero si quieres estar presente entonces no hay nada que pueda hacer-habló desinteresadamente, sin embargo sus ojos brillan intensamente junto con la sombra de una sonrisa en sus labios.

-¿Estar presente dónde?

-Vas a llamar a Khang Junho y le vas a decir que le darás lo que quiere a cambio de tener el privilegio de matar con tus propias manos al heredero de la familia Min, el va a responder que son la misma persona, seguramente va a querer mis activos y se los vas a dar.

-Entonces me estás queriendo decir que tú...en realidad mataste a su hijo-afirmó Jimin apretando su puño fuertemente tambaleándose hasta donde estaba Yoongi-¿cómo es que lo conocías?¿por qué estabas con él esa noche?

-Son detalles que no quieres saber-contestó Yoongi con una sonrisa observando a un monstruo verdoso aparecer dentro de Jimin-está bajo toneladas de tierra y cemento en alguna construcción, no tienes que mirarme de esa forma.

-Es una lástima que lo hayas matado, me habría gustado tenerlo bajo custodia y hacer de su vida un infierno dentro de prisión, habría sido mejor que tener su cuerpo pudriéndose en alguna parte-dijo Jimin aprisionando a Yoongi entre sus brazos y la pared a su espalda-dime dónde te tocó, ¿en que parte de ti puso sus manos?

-Si respondo a esas preguntas...¿Qué vas a hacer al respecto?

-Ummm...-la voz dudosa de Seokjin parado fuera de la habitación de Yoongi que estaba con la puerta abierta hizo girar la mirada de ambos en su dirección-lamento mucho interrumpir pero hay muchas cosas de las cuales debemos encargarnos.

Jimin sabiendo que por esta ocasión no estaba en condiciones de hacer absolutamente nada con Yoongi, decidió alejarse de él, de su cuerpo, de su aroma atrayente y de esa mirada lujuriosa que le hacía olvida absolutamente todo a su alrededor, incluso dejó de lado lo escrito en los documentos que le entregó Yoongi.

La capacidad que tenía Yoongi de hacer que olvide todo le parecía realmente interesante.

-Empecemos-la voz de Seokjin dio inicio al plan que sería ejecutado el fin de semana, uno en el que reuniría a todos los jefes de las familias de la mafia traidoras en un solo lugar para darles el último golpe-los archivos de todos los enemigos de la familia están programados para ser enviados a la interpol están listos, será justo a la media noche y ellos actuarán en menos de diez minutos, entonces tenemos más o menos entre veinte y treinta minutos para dejar el lugar y llevarnos a las dos personas que son de nuestro interés.

-Hansol, ¿Cómo está?-preguntó Yoongi con un aire distante como si no quisiera saber.

-Cantó como un pajarito según lo planeado.

Como era de esperarse con advertencia de Yoongi al buen tío Soo aquella noche de barbacoa envió a proteger sus computadores sin saber que la información dentro de ellas ya estaba en manos de Yoongi hace un par de años atrás. Hansol fue un cebo, lo encontrarían intentando sacar información y se lo llevarían para hacerle un pequeño interrogatorio, uno que por su puesto iba a ser realizado por hombres de la familia Min infiltrados en los Kim del Sur.

Yoongi no lo quería admitir, pero apreciaba al chico, por ellos le ofreció servir de cebo, él lo aceptó felizmente sabiendo que con ello ganaría plena confianza del líder y por supuesto la recompensa sería enorme.

-¿Podrías gritar como si estuvieras siendo golpeado de verdad?-preguntó fastidiado un hombre de Min infiltrado en los Kim del sur. Si no lograba hacer que este chico haga una buena actuación los iban a descubrir.

-Es todo lo que puedo hacer.

-Sé que puedes hacer más-dijo un hombre alto que entraba a la habitación junto con un maletín del cual sacó una pinza para depilar-ahora si vas a gritar, luego voy a poner prótesis por aquí y por allá, cuando termine contigo va a parecer que un camión te pasó por encima.

Solo cuando empezaron a quitar vellos con la pinza de depilar del cuerpo  de Hansol sus gritos agudos y súplicas se volvieron reales y hasta hubo lágrimas. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
MELODÍA A MEDIA NOCHE (Jimsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora