Aeternum [Experiencia en mi RD]

Capítulo 24.

Pareja de mierda.

5 de noviembre, 1995.

Entre a los baños y él estaba sentado en el suelo, con un cigarro en la boca.

Me recarge en la pared con los brazos cruzado.

―¿que te pasa?―pregunté.

―No te importa.―dijo llevándose nuevamente el cigarro a la boca.

Pase mi lengua por le interior de mi mejilla y le di una mirada de desaprobación.―Tienes razón, no me importa.

Camine hacía los lavabos y me mire al espejo, admirando mi belleza.

―Maldita narcisista de mierda.

―¿disculpa? Eres igual, así que cierra la boca.

Me dispuse a salir de los baños, ya que sentia que mi prescencia no seria necesaria.

―Espera, quedate, necesito hablar contigo.―citó.

Su cabello estaba desordenado, no traía su bata de Slytherin.

Los nudillos de sus manos estaban gastados, como si hubiera golpeado algo.

Me dio una mirada de suplica, se veía vulnerable.

Solté un suspiro largo y me senté frente a él.

―Habla.―ordene.

―Lamento haberte hecho eso yo...No vengas con tus lamentaciones, me importa una mierda el porque lo hiciste.―lo interrumpí.―Y no me importa saber el porque te arrepientes.―concluí.

Draco fruncido el ceño y se molesto.

―Siempre haces esto, no te importa saber nada del porque la gente hace las cosas.

―¿De que me serviría, Malfoy? Si a fin de cuentas lo vuelven a hacer, o lo dejan pasar y actúan como si nada pasara.

―Yo no lo haría.―contestó seguro de si mismo.

―Si claro, como si no te conociera, mejor me voy.―me dispise a levantarme cuando Malfoy habló;  ―tuve un flechazo.

Me detuve en seco.

―Nahoma, escuchame por favor,  ahora va enserio. Ven acercate.―Comentó.

Quede enfrente de él, aún estabamos sentados en el piso.

―date la vuelta.―ordenó y obedeci.

El abrió las piernas y me jalo hacía su regazo, abrazando mi cintura.

―Podemos intentarlo, yo quiero hacerlo, seamos como esas parejas que se comen enfrente de todos, que van de la mano por los pasillos y se dicen "te amo".

Su confesión fue espontánea, sinceramente no esperaba eso de él. Llevaba aquí el suficiente tiempo cómo para conocerlo.

Sentí un calor en mi corazón, sabía que podía ser sincera con él, así que eso hice.

―Me da miedo intentarlo, me da miedo que me destroces y perder la poca humanidad que me queda y ser un simple cascarón sin emociones.―comenté.

Eso era cierto, estaba tan destrozada que me daba miedo salir herida nuevamente.

―No lo haré.―cito, acercándose más hacia él.― lo prometo, ahora no hay pastillas, solo un estúpido chico que quiere empezar de cero, con la estúpida chica.

Tome con cariño sus brazos que aún me tenían sujeta a él, pensé un poco sobre lo que me había dicho.

¿Realmente estaba enamorada de él? ¿O sólo era fascinación?