Aeternum [Experiencia en mi RD]

Capítulo 39.

¿La despedida?

Este capítulo va a tratarse de varias aventuras y experiencias con  Malfoy, advierto, alto cringe de amorx.

Septiembre:

Abrí los ojos, me encontraba en la habitación de Draco, quien estaba a mi lado leyendo un libro. Al verlo en esa postura sólo ocasionó que mis ojos brillará con tanta intensidad.

》Que ser tan más perfecto.《 pensé.

Me sentía muy amada y protegida por él.

Por lo general las personas de mi RA me hacian sentir ordinaria, pero con él me sentia extraordinaria.

Pasamos por muchas cosas que simiente no creí que pasarían, y al saber que este era sólo el inicio de nuestra relación vendrían más retos y pruebas duras que nos comprarían con fuerza.

Como aquella vez que nos quedamos a dormir en la biblioteca, escapando de Flitch.

Esa noche escuchamos un ruido y nos levantamos en chinga.

―¡Ey! Ustedes dos, ¿que hacen aqui?

Draco me tomo de la mano y corrimos por toda la biblioteca, mientras nos reíamos.

―¡¡Los atrapare, malditos niños!!

Seguiamos corriendo hasta llegar a la sección prohibida y nos metimos en un armario.

Estabamos jadeando, me tape la boca intentando no generar ruido, Flitch era muy rápido, tenía experiencia en perseguir niños y adolescentes hormonales, ya saben, lo normal.

Despues de unos minutos salimos, intentando no hacer ruido, pero unos libros se callerón y empezarón a hablar.

―¡¡Estudiantes fuera de la cama!!

―Mierda.―dijo Draco.

Corrimos por toda la biblioteca hasta llegar a la salida, sentía a Flitch pisandome los talones, Draco se veía tan atractivo corriendo. Su mirada era de alerta, su pelo rubio se movía al ritmo que corriamos. Nos escondimos en unos pasillos, esperando no ser vistos por nadie.

Eran aproximadamente las 4:00 a.m. cuando llegamos a nuestras habitaciones.

No llegamos a dormir, la verdad estábamos hacíamos bromas de Flitch.

―Carajo, te juro que sentía que ese squib nos iba a atrapar.―musite un poco cansada.

Draco me sonrió con admiración, era una de las cosas que me gustaba de él, que no se avergonzada de mi.

―Puedes agradecermelo con una mamada.―dijo antes de acostarse en la cama y mirarme con deseo.

Pase mi lengua por el interior de mi mejilla y me reí mientras coloque mis manos sobre mis caderas.

―Ja, ¿agradecerte? Por Merlín, cierra la boca. Si quieres una mamada, te la tienes que ganar.

―¿Y no me la he ganado?―pregunto.

―Nah!―comenté en forma de burla y mirándolo de arriba a abajo.

―¿Ah no?―Draco se levantó de la cama y camino hacia mi con esos aires de superioridad que tanto me gustaban.

》Sí no me muevo no me ve.《

Le di un golpe leve en el estómago y el tomo mis manos para después hacerme cosquillas.

Me tomo sobre sus hombros y me tiro a la cama, sólo para jugar unas luchitas.

Entre golpes con almohadas y pellizcos nos quedamos dormidos, no antes de sentarnos la madre, claro.