Capítulo 57.

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Dos enamorados.

Escucha la música.

Finales de diciembre.

A la mañana siguiente, me levante temprano a limpiar. Lo hice con mágia, obvio, no iba a hacerlo de manera normal.

Puse un poco de música y baile de la manera más ridicula posible, mientras hacia desayuno y bebía una copa de vino.

Draco salio del cuarto, se recargo en la puerta y me vio con una sonrisa.

Cuando me percate de ello me puse roja como un tomate, aunque los años pasarán aún me ponía muy nerviosa por culpa de este hombre.

Lo mire y lo tome de las manos, llevandolo cerca de mi y bailando al ritmo de la música.

Me sentía demasiado bien, todo estaba bien, realmente me sentía liberada y completa, sólo me él.

En un resbalón, ambos caimos al suelo, entre risas de burla nuestra mirada se fijo en el techo por unos minutos.

Me subi a su pecho y le mire con una sonrisa, para bajar mi mirada a sus labios y besarlo.

—Te tengo una sorpresa, princesa.-cito.

Se levantó y fue a la habitación, mientras yo esperaba me senté en el suelo.

—¡Cierra los ojos!—grito desde nuestra habitación.

Me tape los ojos ansiosa por mi sorpresa.

—¿Ya puedo abrirlos?

Escuche pasos que iban hacia mi, se arrodillo ante mi y cito.
-—¡Ábrelos, princesa!

Al hacerlo vi una cámara de video grabandome directamente.

Sonreí, me sonroje e intenté quitarle la cámara.

-—Este es tu regalo, para que guardes tus mejores momentos y lo veamos cuando seamos viejos. Imagínate ver los bellos momentos que pasamos y mostrarselo a nuestros hijos.

-—¡Es hermosa, Draco! ¡me encanta! De hecho yo también te tengo un regalo.

Me levante con emoción y fui a mi clase, de ella saque una cámara convencional.

-—¡Sorpresa!

La tomó en sus manos y la inspeccionó.

Me tomó una foto.

-—¡Hermosa como siempre, my lady!

Me sonroje y lo bese.

...

Draco odiaba el recalentado, pero no sabía mis trucos bajo la manga. 😉

Lo llamé a la pequeña barra que teniamos cerca de la estufa.

-—¿Me dejas contarte una historia?

—-No.-—Contesto fríamente.

a.

Lo mire con indiferencia y me sonrio.

-—Por supuesto, princesa, dime.

—-Bueno, cuando era pequeña, mi familia se reunía el día despues de navidad y mi abuela nos hacía tortas de pavo, es una pequeña tradición que teniamos, y me gustaría recreará con mi nueva familia.

-—Sabes que odio el recalentado.-—contestó.

-—Sí, pero no haz probado mis tortas.-—dije sin albur.

Draco sonrió picaramente y me miro de arriba a abajo.—-De hecho sí, hace 2 horas las probé, y hecho, te deje marcas.

Mrk hdpto. 💀

Aeternum [Experiencia en mi RD] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora