Aeternum [Experiencia en mi RD]

Capítulo 15.

Así soy.

A la mañana siguiente fui a clases, por lo que recuerdo era viernes.

Decidí ser como las otras chicas que están con Draco, no las juzgo, esa es su manera de ser, sólo que no va conmigo.

Ellas al día siguiente le coquetean o quieren que les de amor y mimos.

Yo no era así. Nunca me ha gustado demostrar afecto en público, se que me mostré tierna pero mantuve la guardia en alto.

No me gustaba estar con los Slytherin, no me caían mal, al contrario, sin embargo me agradaba los Gryffindor, alegran mis mañanas de cierta forma.

Me puse detrás de mis mejores amigos y ellos se hicieron a un lado para poder sentarme en medio de ellos.

―Mini Gry, ¿ya mejor?―pregunto Fred.

―Si Freddi, ya mejor.―sonreí tomando un poco de tocino.

―¿qué tal estuvo tu noche de pasión el miercoles?―me pregunta George con una mirada picara.

Me quede modo tiesa.

¿noche de pasión?

Ginny me vio molesta, al igual que Hermione.

―¿A qué se refieren chicos?

―a que cojiste con Malfoy.―musitó Fred sin pena alguna.

―¿por que hacen eso? ¿eh?―me levanté un poco molesta―no tienen ningun derecho de hacer publico lo que pasa en mi cuarto, ni quien entra y sale de el. Y ni siquiera cogí con Malfoy.

―diabla calmate, era un juego.―Menciona George.

―Si, no seas pesada.

¿pesada? Por Merlín. No quería pelear con ellos, los amaba pero no iba a permitir que divulgará eso, ni que se metieran en mi vida privada.

―vayanse a la mierda.―cité y tome mis cosas.

Salí al patio a despejarme de todo, me gustaba darme un tiempo para mi.

La soledad nunca me molestó, aprendí a amarla tanto como a mi misma.

Hogwarts tenía las mejores vistas del mundo, me tranquilizaba demasiado sus árboles, el sonido del lago, el viento golpeando mi cara y moviendo mi cabello.

Paz.

Eso buscaba, un lugar donde pudiera ser yo misma sin la necesidad de fingir algo.

Una voz acojedora me sacó de mis pensamientos.

―Hola enana.―musitó mi hermano mientras se sentaba a mi lado.

―Hola tieso.

―¿por qué tan sola? Por lo general estás con gente.

―no sé, sólo buscaba paz. ¿y tú? ¿donde está Alicebri?―pregunté intentando sacar tema de conversación.

―con sus amigas.

Hablamos del torneo y de que se acercaba la última prueba

Me puse triste por eso, dejó de ser un personaje ficticio a convertirse en mi amigo, en mi hermano.

Habia confianza y eso me gustaba.

Si necesitaba algo, Cedric estaba para mi, eso quería más que Nada, un hermano, el amor de uno y la compañía de uno.

Me sentía feliz de haber encontrado a un hermano.

―¿qué pasa nena? ¿por qué esa cara?

―me da miedo que te pase algo en la prueba.