Aeternum [Experiencia en mi RD]

Capítulo 56.

Let's be a fucking couple.

Escucha la música cuando te diga. 🤍

24 de Diciembre de 1998;

Nuestra casa ya tenía un gran avance, contábamos con lo escencial.

Al abrir los ojos el frio me golpeó como un torbellino, teníamos un gran balcón que daba vista hacia la playa, las cortinas eran blancas y se movían al compás del viento.

Nuestra cama tenía unas finas colchas de seda color negro, que hacían juego con cada parte de nuestro cuarto.

Me levante de la cama y cerré las puertas que Draco había dejado abiertas. 💀 Porque es un maldito loco que no le importa el frío que a otras personas les pueda ocasionar.

Camine hacía el baño y cepille mi cabello, portaba una camisa gris que me quedaba dos tallas más grandes, estaba en bragas y descalza, ese mi ouffit de todos los días. Fui a colocarme una pijama cálida, un suéter y mis calcetines con dibujos raros e infantiles.

Salí de mi habitación y fui al sótano, por leña, la casa estaba demasiado fría, deje la leña en la chimenea y con un hechizo simple el fuego nació.

Draco no estaba por ningún, lado, era noche buena, obviamente no trabajaba. No le tome tanta importancia, sabía que Malfoy tenía cosas que hacer.

Me dedique a hacer manualidades de navidad, aunque nuestra economía iba mejorando día con día, no tuvimos tiempo de decorar la casa como Merlín manda. Así que eso hice toda la mañana.

Con rollos de cartón hice unas nochebuena, también decore el árbol de navidad como pude y con lo que encontré, utilice un poco de magia y la casa quedó muy linda.

La nieve caía con fuerza, eran escasas las veces en las que yo la veía en mi RA, pero era hermosa, hasta que congela las tuberías. 🤡👍🏻

Draco llegó apresurado y dio un portazo a la puerta. Su respiración estaba agitada, su nariz estaba roja al igual que sus mejillas, el gris de sus ojos era más notorio. Se veía atractivo.

Portaba su traje negro, un suéter bastante abrigador, unas botas negras y una bufanda. Todo negro, porque es Malfoy y no existen otros colores. Nah, mentira.

—¡Imbécil, me asustas!—Dije.

Draco soltó una risita nerviosa. Y camino hacia la chimenea con más leña.

—¡Buenos tardes, princesa!-Se acerco a mi y me dio un beso corto en los labios.

—¡Joder! ¿Te moriste o qué mierda? Estas helado.—Comente, alejándolo de mi.

—Quizá estoy helado porque esta nevando y hace frío allá afuera.—comentó con sarcasmo.

—Puede ser, ¿a donde fuiste?

—Asuntos del ministerio.—contestó con rapidez.

Levante la ceja en seña de incredibilidad.—¿En noche buena?

—Sí, ya ves, esa gente del ministerio no para nunca. Cambiando de tema, ¿a qué hora llegan los invitados?

—Como a las 8:30, ¿por qué?

—Son las 4:30, corazón, ¿no tienes que arreglarte para la cena?

Abri los ojos de par en par, y busque mi varita con rapidez.

—¿Qué haces?—preguntó Draco, mientras estaba cruzado de brazos, viéndome con ternura.

—Busco mi varita, para recoger todo este desorden con magia.