Capítulo 41.

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Un amor diferente.

Escucha la música.

Despues de varias semanas llorando por Malfoy aún estaba triste, muy triste. Me sentía demasiado mal conmigo misma.

George entro a mi cuarto con una botella de Wiskey y una linda sonrisa.

Esta canción sonaba por toda mi habitación, gracias a mi radio mágica.

Solo pensaba en Malfoy, cada canción que sonaba me recordaba a él.

George se sentó enfrente de mi, me miraba tan complaciente.

Le sonreí con una mirada cansada.―¿Y Fred?

―Ocupado.―Comentó con tranquilidad.

―¿No le harán más bromas, verdad?

―Le haremos las necesarias, sólo no le hemos cortado la verga porque tu no nos dejas.―comentó con burla.

Me reí y cite, ―lo extraño.

―Es normal, pero saldrás de está, te ayudaremos a salir adelante, ¿okey?

Comencé a llorar, no era una persona que solía hacerlo seguido pero Draco me rompió.

―Diabla, mírame.―comentó George, quien tomó mis mejillas con sus grandes manos y limpio una lágrima que caía por mi cara.―Ya basta, Diggory, mírate, no comes y te ves mal. Malfoy es una mierda ¿no que te amaba? Ve como te dejo.

Respire hondo pero las lágrimas salían con más frecuencia.

―¡Ey! Eres jodidamente hermosa, eres mucho para Draco, para cualquier chico, tienes a todo Hogwarts tras de ti, ¿y le lloras a una güereja culera? No, Nahoma, ya basta.―Georgie se levantó y me extendió la mano para que yo la tomará.

Cuando lo hice me atrajo a sus brazos en un cálido abrazo.

―Pero es mi güereja culera.―cite dejándome caer sobre George y aferrándome lo más que pude.

Mientras sonaba la canción tome un sorbo de la botella, el pelirrojo me tomo de la cintura y me miro con ternura.

―¿Qué te parece si hacemos que esta canción sea nuestra?―sugirió.

―¿Cómo?

―Pues, soy un gran bailarín.―comentó pegándome a él, recargue mi cabeza en su pecho y bailamos lentamente.

Cerré los ojos, alejando a Draco de mis pensamientos.

―Mírame, diabla.―Lo mire y sonrió.―Para que está canción sea nuestra debes sentirla y pensar en mi.

Lo hice, lo mire y recordé todas las risas, las fogatas, los pedos, las borracheras, todo. Poco a poco tomamos más gracia y nos dejamos llevar por el ritmo de la canción. Fue un baile lento pero lindo, realmente logró que esta canción fuera de él, de George Weasley, mi mejor amigo.

Hizo unos pasos de baile bastante, raros, haciéndome reír, como compartía una neurona con ellos, hice lo mismo, el baile de convirtió en una danza ridícula, sólo como el trio artificial sabia bailar. Teníamos una manera tan rara y linda de hacerlo.

Me hizo olvidarme de Draco, pero no fue suficiente, nunca lo fue. Aún así, ese amargo momento me hizo querer quedarme con ellos. Pero, ¿y si la terminaba cagando?

No, que sea lo que el guion quiera, nunca especifique ninguna relación amorosa con nadie, ni siquiera con Draco, todo fluye conforme al guion y la libertad que le di.

Bailamos por toda la habitación, riéndonos, mirándonos, compartiendo botella, hasta que sentimos una presencia detrás de nosotros.

―Vaya, vaya, que linda parejita ¿se les olvida que somos un trio?―comentó Fred, quien estaba recargado en mi puerta, viéndonos.

Aeternum [Experiencia en mi RD] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora