En el capítulo anterior:
- Oiga, esto es un secuestro.
- Y lo tuyo es allanamiento de reino, querida Katherine. Y no puedo dejarte libre, te escaparías y serias buena para mi ejército.
- ¿Su ejército? Pero si no se nada de luchar.
- Lo aprenderás.
Así fue como por intentar huir de los hermanos fui secuestrada por una mujer que de buena no tenía nada.
Narradora:
Los hermanos Pevensie ya habían entrado a Narnia y fueron a ver al señor Tumnus cuando al llegar descubrieron que su hogar fue saqueado.
- ¿Quién podría hacer algo tan malo? - preguntó Lucy.
Una nota estaba escrita en una de las columnas de la casa, Peter la agarró y la leyó:
- "El fauno Tumnus ha sido acusado de alta traición a su Majestad Imperial, Jadis, Reina de Narnia, por ayudar y fraternizar con humanos. Firma Maugrim, capitán de la policía secreta. Larga vida a la Reina".
- Deberíamos regresar, Peter. - habló Susan.
- ¿Y que pasa con el señor Tumnus?
- Si lo arrestaron por estar con humanos, no podemos hacer mucho.
- ¿Es que no lo entendéis? Yo soy ese humano. - dijo la pequeña hermana.
- Deben haberse enterado de que me ayudó.
- Deberíamos avisar a la policía.
- Esto es de la policía. - dijo Susan.
- Tranquilas chicas, ya se nos ocurrirá algo. - habló el mayor.
- ¿Por qué? - todos miraron al tercero.
- Quiero decir es un criminal. - Lucy le dio una mala mirada.
Se escuchó un pajaro.
- Ese pajaro... ¿nos acaba de chistar? - dijo Susan.
Los hermanos salieron y el pájaro se largó, pero ese sonido aún continuó y una rama se rompió asustando a los Pevensie. Las hermanas se pusieron detrás de su hermano mayor mientras el mediano se mantenía un poco alejado. Peter iba acercándose al lugar procedente del sonido y apareció de este un castor.
- Es... ¿un castor? - preguntó Lucy.
- Ven bonito, ven pequeño - dijo Peter acercándose al castor con cuidado alzando su mano hacia el animal.
- No voy a olertela si es lo que pretendes. - dijo el castor provocando la sonrisa de la pequeña Lucy y el asombro de los hermanos restantes.
- Lo siento.
- ¿Lucy Pevensie? - preguntó Castor, la niña dejó de sonreír para mostrar una expresión de asombro y se acercó al mencionado. Éste le mostró un pañuelo.
- Es el pañuelo que le regalé al señor Tum-.
- Tumnus, si. - terminó su frase el castor.
- ¿Él está bien?
- Siganme. - dijo el castor caminando hacia delante.
El mayor y la pequeña caminaron con intención de seguir al castor, pero Susan les paró.
- ¿Que estas haciendo, Peter?
- Tiene razón, no podemos fiarnos de él. - la defendió Edmund.
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Tu eres mi destino [Edmund Pevensie]
FanfictionKatherine es una niña huérfana que está a cargo de la señora McCready y vive con ella en la casa del profesor Digory. Allí, descubre el secreto de un armario que se encuentra en la casa y casi al mismo tiempo que los hermanos Pevensie entra en el ar...