Tu eres mi destino [Edmund Pevensie]

Capitulo 12: El Fin De La Bruja

En el capítulo anterior:

Esa misma mañana Peter y Edmund junto a Orelius estaban pensando que hacer con el ejército. Edmund quién aún seguía reteniendo sus lágrimas animaba a su hermano a dirigirles hacia la batalla, apoyándolo y demostrandole que confiaba en el y se sentía orgulloso.

Gracias a sus ánimos Peter se preparó junto a sus tropas al campo de batalla, él en frente junto a Orelius, y Edmund arriba de las rocas junto a Castor y los arqueros, preparado para hacer lo que sea necesario para vengar a esa chica tan especial para él.

Las tropas de Jadis les superaban en número y se aproximaban, con Jadis siendo llevada por unos osos polares y con la melena de Aslan puesta como peluca. Peter miró a su hermano y desenvainó su espada indicando que las tropas se pusieran en posición de ataque. Lo mismo hizo Jadis y sus tropas corrieron hacia los contrincantes. Peter hizo la señal de que sus grifos comenzarán a avanzar y estos por el cielo lo hicieron lanzando rocas a los enemigos, consiguiendo hacer caer a algunos.

- ¿Estas conmigo? - preguntó Peter.

- A muerte. - comentó Orelius.

- ¡Por Narnia! ¡Y por Aslan! - dijo Peter poniendo a su caballo a dos patas y dirigiéndose hacia los enemigos junto a sus tropas, ya no había vuelta atrás, era el momento de luchar.

Ambos lados atacaron comenzando por los felinos, cada bando con un grupo de éstos, después los centauros. Los faunos, al igual que, Peter clavaban sus lanzas y espadas en los minotauros, orcos y demás enemigos. Muchos de ellos morían, pero los narnianos leales a Aslan también resultaban heridos.

Por otro lado, las hermanas habían pasado toda la noche junto a Aslan y a Katherine, pero como dijo Susan ya era momento de irse. Ambas igual de tristes bajaron las escaleras abandonando a sus amigos a quienes miraron por última vez antes de seguir su camino, pero no duró mucho. La plataforma en donde se hallaba la mesa de piedra, se rompió formando una grieta. Lucy miró hacia atrás llamando a su hermana al ver que sus amigos ya no estaban y la mesa de piedra estaba rota.

Narra Katherine:

Como dijo Aslan, habíamos revivido todo lo sufrido la noche anterior se había pasado y tanto él como yo volvíamos a estar igual, él con su melena y yo con mi rostro limpio y sin heridas. Las hermanas al vernos corrieron sonrientes hacia nosotras para abrazarnos.

- Pero vimos el cuchillo y a la bruja. - dijo Susan mirándonos, Aslan y yo nos miramos.

- Si la bruja conociera el verdadero significado del sacrificio habría interpretado la magia insondable de otro modo. - dijo Aslan.

- Cuando una víctima voluntaria que no ha cometido traición fuera ejecutada en lugar de un traidor, la mesa se rompería y la muerte misma efectuaría un movimiento de retroceso. - terminé yo.

- Hemos avisado a todos de que habíais muerto. Peter y Edmund estarán en plena batalla. - habló Susan, Lucy sacó su daga.

- Tenemos que ayudarles. - dijo la pequeña.

- Lo haremos Lu, pero solos no podemos. - la dije bajando su daga.

- Subid a mi lomo. Nos queda un largo viaje y tenemos poco tiempo.

- ¿Podrás con las tres? - pregunté.

- Podría con 5 si es necesario. - las chicas reímos y subimos a él.

- Tapaos los oídos. - el león gruñió fuertemente.

Yo iba en el medio, primero Lucy y la última Susan.

- ¿A donde vamos? - preguntó esta última.

A lo lejos logramos ver el castillo de la bruja, Aslan nos dijo que nos agarraramos hasta llegar al castillo donde antes estuve retenida, concretamente estábamos en la sala de los petrificados. Lucy y Susan miraban con pena a todos, pero Lucy se dio cuenta del señor Tumnus, lo había olvidado ella se hizo su amiga. Nos acercamos lentamente hacia él y la niña no pudo evitar llorar, yo y Susan la abrazamos, hasta que Aslan se acercó a él y echó su aliento en el fauno, la niña le miró esperando a que algo ocurriera y así pasó, el fauno poco a poco iba volviendo a tener color y a descongelarse. Lucy sonrió y, antes de que cayera, agarró al fauno con cuidado, los dos se miraron felices.