En el capítulo anterior:
- Yo también te quiero. - dijo él sonriendo.
- ¿He besado bien? Porque no sé si quizás se me habrá olvidado. - reí.
- Lo has hecho genial. - le contesté sonriendo.
- Chicos. - dijo Susan viniendo hacia nosotros.
- ¿Está todo bien?
- Si Su, no te preocupes.
- Hay que seguir avanzando. - los dos asentimos y seguimos a la benévola.
Volvimos con los demás y Peter me miró con algo de pena en su rostro, Lucy seguía en aquel camino así que fuimos bajando todos por allí siguiendo a la pequeña. Edmund iba detrás de mí asegurando que no me pasara nada, cosa que me tranquilizaba bastante. Al llegar al final, él bajo primero ayudándome a bajar después a mi y teníamos que seguir saltando por unas piedras del río. Lucy casi se cae, pero Trumpkin la ayudó. Terminamos de cruzar al otro lado y ya había anochecido, así que estábamos preparando el fuego para calentarnos y cocinar los pescados que habíamos conseguido.
- Ya tenemos la leña. - dijo Peter viniendo con Edmund, dejando los pequeños troncos en el suelo.
- Intentaré hacer el fuego. - dijo Susan sentada a mi lado.
Cogió un palo que habían traído los chicos y lo friccionó contra la madera para intentar crear el fuego.
- Esto parece más fácil en los libros. - dijo ella frunciendo el ceño, al ver que tras unos minutos no conseguía nada.
- Estudiar mucho no siempre significa ser capaz de todo. - dijo Peter riéndose, ella le miró molesta.
- Déjame a mí. - cogí el palo que ella tenía y lo coloqué sobre el resto de la madera comenzando a friccionarlo. Solamente hacía lo mismo que ella, pero no tardé en notar algo de calor en mis manos cuando una pequeña llama comenzó a arder en aquel palo, pero no por la punta que se unía con la leña, sino por la zona del palo que mis manos tocaban. Enseguida solté el palo dejando que extendiera la llama con el resto de la madera.
- ¿Que ha sido eso? - dijo Lucy, que era la única que me miraba mientras hacía el fuego y pareció darse cuenta.
- ¿Que ha sido el que? - preguntó Susan mirando en nuestra dirección y percatandose del fuego ya preparado.
- ¿Como has conseguido hacerlo tan rápido? - preguntó ella.
- No lo sé, solo he hecho lo mismo que tú.
- A lo mejor es una bruja. - dijo Lucy llamando la atención de todos.
- No digas tonterías, Lu. Si fuese una bruja ya nos habríamos dado cuenta. - dijo Edmund.
- Creo que si fuese una bruja lo sabría. - reí brevemente, intentando deshacer con la tierra del suelo la llama de fuego que había debajo de mí mano en ese momento.
Más tarde de eso tras comer y hablar con Peter aceptando sus disculpas, nos preparamos para dormir. Edmund y yo dormimos abrazados, pero yo no pude conciliar el sueño, lo que dijo Lucy me hizo pensar. La escuché hablar con Susan y poco después ambas durmieron yo intenté hacer lo mismo, pero seguía sin ser capaz y estaba inquieta.
- ¿No puedes dormir? - me susurró Edmund quién aún abrazaba mi cintura.
- No. - susurré acariciando su brazo.
- Date la vuelta. - me dijo él hablando bajito para no despertar al resto, le hice caso y me dio un besito en los labios.
- A lo mejor eso ayuda. - sonreí abrazándome más a él escondiendo mi cara en su pecho.
- Todo lo que haces ayuda. - me abrazó más fuerte.
- ¿Por qué no puedes dormir? - temía qué se asustara si le decía la razón real, pero no quiero ocultarle nada.
- Es que estoy pensando en lo que dijo Lucy, lo de si... Soy una bruja.
- Katty, no eres una bruja, vivimos juntos durante 10 años, lo sabríamos.
- Pero se nos han olvidado algunos recuerdos de Narnia, a todos nos ha pasado, quizás olvidamos eso también.
- No creo que hayamos olvidado algo tan importante.
- Viviendo en Narnia nos olvidamos de Inglaterra, de tu familia allí, se nos olvidó por completo todo hasta que vimos la farola y eso era algo muy importante. - él suspiró.
- ¿Y que te hace pensar que eres una bruja?
- Da igual, olvídalo y duérmete no se que hacías despierto.
- Te notaba moverte, y no me dormiré hasta que me lo digas.
- No se, es que siento como si Narnia me quisiera decir algo, me siento muy conectada con su naturaleza. Antes en la barca mi mano se mojó, pero no llegué a tocar el agua, luego cuando me enfadé se formó mucho viento que luego se calmó al besarnos y antes el fuego ha salido del palo, no de la leña. - susurré lo más bajito que pude, no quería que nadie más se enterara, él se quedó callado.
- Son muchas coincidencias, pero, ¿como podrías ser bruja? Quiero decir eres humana.
- Bueno, no sé nada de mis padres, sabes muy bien que Mcgready ha sido como mi madre me acogió desde bebé, pero no es mi madre biológica.
- Ya bueno... Oye, quiero que sepas que seas una bruja o no yo te voy a querer igual, ¿vale? - sonreí.
- Vale.
- ¿Te acuerdas de cuando empezamos a salir? - preguntó.
- Si, fue más o menos a esta edad y estabas muuy nervioso. - reí bajito.
- No, que va. - sonrió para darme luego un beso en la frente.
- ¿No te lo tengo que volver a pedir no? ¿Lo de ser mi novia? - reí de nuevo.
- No bobo, aunque hayamos vuelto a ser niños sigues siendo mi esposo.
- Y tú mi hermosa esposa, pero me preocupa lo de tu diario. Si alguien ha llegado a leerlo y nuestra vida privada es relatada ahí, no se por como nos tomarán.
- Pues como una pareja de casados cumpliendo con sus obligaciones matrimoniales. - Edmund rió.
- No te preocupes, Ed. No creo que nadie lo haya leído, probablemente ya se hayan desintegrado con el tiempo.
- Tal vez. - bostezó.
- Venga vamos a dormir, estas cansado.
- ¿Tu podrás dormir?
- Si, ya estoy más tranquila. - cerré mis ojos apoyada en su pecho.
- Vale, y no te preocupes, descubriremos lo que te pasa. - asentí.
- Buenas noches, Ed.
- Buenas noches pequeña.
Otro capitulito, espero que lo disfruten. ¿Será Katherine una bruja? Lo veremos en el próximo capítulo xd. Inserte voz de publicidad.
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Tu eres mi destino [Edmund Pevensie]
Fiksi PenggemarKatherine es una niña huérfana que está a cargo de la señora McCready y vive con ella en la casa del profesor Digory. Allí, descubre el secreto de un armario que se encuentra en la casa y casi al mismo tiempo que los hermanos Pevensie entra en el ar...