Tu eres mi destino [Edmund Pevensie]

Capitulo 5: El Primer Encuentro

En el capítulo anterior:

- ¡Parad! Así no ayudaremos a Edmund. - habló Lucy.

- Tiene razón, ahora sólo Aslan puede ayudar a vuestro hermano.

- Pues llevanos hasta el. - dijo Peter, volviendo a mirar hacia el castillo.

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Edmund caminó por la entrada del frio castillo, congelado, abrazando su propio cuerpo intentando calentarse. Se encontró a muchos seres petrificados en éste. Algunos eran gigantes, otros caballos, centauros y mas criaturas. Pisó unos trozos de carbón en el suelo, cogió uno de estos y dibujó una careta a un puma cercano, sonriendo ante su creación. Siguió su camino y cuando cruzó por encima lo que parecía ser una estatua cayó al suelo teniendo a un lobo amenazante encima de él.

- Quieto muchacho o no acabarás vivo. ¿Quién eres?

- Soy Edmund, conocí a la reina en el bosque, me dijo que viniera, soy un hijo de Adán. - hablaba rápidamente con miedo, el lobo se apartó.

- Mis disculpas afortunado favorito de la reina, o quizás no tan afortunado. - el lobo caminaba siendo seguido por el niño.

- Ven por aquí. - subieron unas largas y empinadas escaleras.

Edmund observaba con detenimiento el lugar, asombrado.

- Espera aquí. - habló el lobo quien fue a buscar a la reina.

Edmund quién ansiaba convertirse en rey y ser superior a su hermano se aproximó al trono de la Reina donde tras observarlo se sentó y sonriendo se imaginaba su vida siendo rey.

- ¿Te gusta? - preguntó la bruja llegando hasta él, asustado Edmund se levantó del trono.

- Ah, si majestad.

- Lo imaginaba.

- Dime Edmund. - se sentó en su trono. 

- ¿Tus hermanas son sordas? - preguntó ella.

- Mm, no.

- ¿Y tu hermano es algo cortito?

- Eso creo yo, pero mi madre...

- ¡Entonces como te atreves a venir solo! - gritó ella cabreada levantándose de su trono, haciendo retroceder al joven.

- Lo intenté.

- Edmund te he pedido muy poco.

- Si es que no me hacen caso.

- Y ni eso has hecho.

- Los he dejado a medio camino, están en la casita del dique con los castores. - habló rápido nuevamente asustado.

- Bueno, veo que no eres tan inútil. - se alejó la reina caminando dándole la espalda.

- Perdón, me preguntaba... Si podía darme unas delicias turcas ahora.

La Reina le miró y se dirigió al enano.

- Nuestro invitado está hambriento. - se sentó en el trono.

- Por aquí. - señaló el enano.

- Está eso tan rico. - hizo caminar al muchacho amenazandole con un puñal en su espalda.

- Mougrim. - llamó Jadis al lobo, Edmund se giró para mirarles.

- Ya sabes lo que hacer.

El lobo jefe aulló llamando a sus compañeros asustando a Edmund quien miraba la escena aterrorizado por lo que podría ocurrir. Los lobos salieron del castillo dirigiéndose hacia la casita de los castores.