En el capítulo anterior:
- No debes preocuparte Katherine. - me dijo el león. Yo suspiré.
- Confío en ti, Aslan, pero aún así...
- Se que te asusta, pero durará poco. - el león se alejó algo apenado y yo bajé con los hermanos.
- ¿Estas bien? - me preguntó Edmund preocupado.
- Perfectamente. - le sonreí.
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Ya era de noche, no era capaz de dormir y por lo que veía Lucy tampoco, me levanté con cuidado intentando que no me escuchara y fui con Aslan.
- ¿Estas lista, querida?
- Supongo que si.
- Es muy valiente lo que estás haciendo.
- No puedo dejar que muera, tiene una familia y es muy importante para mí.
- Lo he notado, pequeña. Y probablemente será más importante en un futuro. - sonreí, es cierto supongo que podría serlo, además si lo que me dijo es cierto no moriré hoy. Aslan se paró.
- ¿No deberíais estar durmiendo? - las chicas nos seguían.
- No podíamos dormir.
- ¿Podemos ir con vosotros? - dijo Susan.
- Nos gustaría tener vuestra compañía esta noche. - hablé, Lucy agarró mi mano, yo sujeté el cabello de Aslan al igual que Susan.
Ya llegamos al lugar de encuentro.
- Debemos continuar solos.
- Pero Aslan.
- Debéis confiar en nosotros, tenemos que hacerlo. Gracias Susan, gracias Lucy y adiós. - dijo el, yo abracé a las chicas.
- Gracias por haberme hecho vuestra amiga y decirle a Edmund que no se preocupe por mi. - las sonreí brevemente y fui con Aslan.
Mientras subíamos las escaleras para llegar a la mesa de piedra donde estaba la bruja, los malvados leales de ella nos iluminaban con antorchas y nos hacían malas caras, más feas que las suyas propias. Lo que parecía ser un murciélago gigante se paró frente a nosotros, pero la mirada intimidante de Aslan le hizo huir asustado. Llegamos a donde la bruja.
- He aquí el gran león y la pequeña impertinente.
Un minotauro dio un golpecito a Aslan con su arma y la reina le ordenó empujarle haciéndolo caer, lo mismo hicieron conmigo.
- ¿Que vas a hacer ahora, princesita? - me dijo el enano.
- Atadlos bien.
Nos ataron de brazos y piernas, y patas en el caso de Aslan, también ataron su boca y taparon la mía. Amarraron demasiado fuerte las sogas, sentía como mi circulación se iba cortando, incluso a veces por la fuerza de las cuerdas, sangraba.
- Esperad. Hay que afeitarle primero. - y así fue como fueron cortando la preciosa melena de Aslan hasta dejarle sin nada, como si aún fuera un león adolescente.
- Y a ella. - volvió a hablar refiriéndose a mi.
- ¿Por qué no cortamos un poco su preciosa cara? - miré a Aslan asustada él me miró preocupado igual, él también estaba sufriendo.
Así fue como se acercó de nuevo a mi el enano, dejando que su puñal recorriera mi rostro clavando su filo en él, haciendo que de mis mejillas saliera aquel líquido vital rojo y mi rostro sangrara. Mientras tanto otros de sus secuaces me pegaban y me pisoteaban en el resto del cuerpo al igual que a Aslan.
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Tu eres mi destino [Edmund Pevensie]
FanficKatherine es una niña huérfana que está a cargo de la señora McCready y vive con ella en la casa del profesor Digory. Allí, descubre el secreto de un armario que se encuentra en la casa y casi al mismo tiempo que los hermanos Pevensie entra en el ar...