En el capítulo anterior:
- Eres muy valiente por enfrentarte así, yo solo acabo haciendo algo mal.
- Ella no me da miedo y tú haces todo con tu mejor intención. - miramos al zorro.
- Y aún así no sirve de nada. - agachó su cabeza.
- Hey. - balancee su hombro.
- Todo saldrá bien. Los buenos siempre ganan.
- Andando, mocosos. - dijo el enano llevándonos al trineo de nuevo.
Narradora:
Los Pevensie y los castores habían llegado al campamento de Aslan. Un centauro avisó de su llegada con un cuerno. Los hermanos caminaban asombrados por aquel lugar lleno de seres mágicos que sólo habían podido imaginar gracias a los libros, entre ellos faunos, centauros, enanos, incluso animales comunes capaces de hablar.
- ¿Por qué nos miran todos así? - dijo Susan entre dientes.
- A lo mejor te ven algo rara. - contestó su hermanita riendo.
- Hey deja de acicalarte, estas muy guapa. - dijo castor a su esposa.
Al final del camino llegaron a la carpa de Aslan, quien la protegía un Centauro, Peter desenvainó su espada y habló.
- Venimos a ver a Aslan. - esas fueron sus palabras con su espalda alzada.
Todos miraron hacia la carpa y los narnianos antes nombrados se arrodillaron en signo de respeto, los hermanos los miraron y volvieron su vista a la carpa para ver salir de ella a un hermoso león, que a cada paso que daba transmitía aún más esa majestuosidad, respeto y por supuesto nobleza que caracterizaba al verdadero nombrado rey de Narnia. Los hermanos y castores al verlo se arrodillaron de igual manera que los demás.
- Bienvenido, Peter, hijo de Adán. - habló el león haciendo levantar la cabeza del mayor de los hermanos.
- Bienvenidas, Susan y Lucy, hijas de Eva.
- Y bienvenidos castores os doy las gracias. Pero ¿Donde esta el cuarto?
- A eso venimos, señor. Necesitamos su ayuda.
- Hemos tenido un problemilla por el camino.
- La bruja blanca lo ha capturado.
- ¿Capturado? ¿Cómo es posible? - preguntó el león.
- Los ha traicionado, majestad. - dijo castor.
- Entonces nos ha traicionado a todos. - habló el centauro, de nombre Orelius.
- Calma, Orelius. Seguro que hay una explicación.
- La culpa es mía, fui duro con él. - dijo Peter.
- Todos lo fuimos. - le apoyó su hermana acariciando su hombro.
- Señor, es nuestro hermano. - habló la pequeña.
- Lo se, querida, pero eso solo empeora las cosas. Quizás sea más duro de lo que pensáis.
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Narra Katherine:
Habíamos llegado a lo que parece ser el campamento de la bruja blanca con sus súbditos, todos eran seres muy horrendos ogros, cíclopes, minotauros y muchos otros que no sabría nombrar. La bruja blanca ordenó que nos volvieran a atar, esta vez a cada lado de un árbol, es decir estábamos de espaldas al otro, parece que se dieron cuenta de la amistad que empezamos. El árbol no era muy grueso, nuestras manos atadas chocaban con la espalda del otro y a veces Edmund me hacía cosquillas sin querer, así que nos colocamos un poco más de lado para evitarlo. También nos taparon la boca con un trapo no se que será lo próximo.
- ¿Se encuentra incómodo nuestro principito? - dijo el enano de la bruja a Edmund.
- ¿Quiere que le ahueque un poco la almohada? - le puso en la cara un trapo raro, mientras daba vueltas alrededor del árbol llegando hasta a mi.
- ¿Y la pequeña impertinente? ¿Ya no puedes contestar más eh? - agarró mi rostro quitando un mechón de mi pelo con su cuchillo haciéndome una pequeña herida en la frente que me hizo soltar unas lágrimas.
- Ya no te puedes defender ¿verdad? - soltó mi cara con fuerza y volvió con Edmund.
- Un trato especial para el niño especial. ¿No es eso lo que querías? - se volvió a alejar de nosotros, dejándonos solos otra vez.
En cuanto salgamos de aquí pienso vengarme de ese enano que ahora se cree superior, ni si quiera me llega a la cintura y eso que soy bajita. Pensé para mí misma y apreté mis puños fuertemente, Edmund al parecer notó mi frustración y acarició mi espalda esta vez sin cosquillas calmandome. Formó letras en mi espalda con su dedito para decirme algo y creo entender que me dijo "tranquila", intenté hacer lo mismo yo en su espalda y le dije "no te preocupes por mi" no se si lo escribí bien porque escuché que se rió, pero me reí también y acarició mi espalda a lo que sonreí. Según él yo tengo un aura que transmite paz, pero él también consigue calmarme, es un gran amigo, debí haberme presentado antes.
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Los súbditos de Jadis estaban construyendo su armamento y sus equipaciones para la guerra que estaba por llegar, Edmund y yo seguíamos en la misma posición.
- Los minotauros por el franco izquierdo, nos reservaremos a los gigantes y los enanos irán primero. - escuché decir a un minotauro a la bruja.
Pero entonces volvió corriendo uno de sus lobos bastante asustado y aparecieron unos centauros y faunos, parecían buenos, uno se acercó a Edmund donde volvió el enano a burlarse y le apartó para soltarle y luego soltarme a mi al darse cuenta de mi presencia, el centauro nos subió a ambos a su lomo y me agarré a Edmund con fuerza. Uno de los buenos ató al enano al árbol como estábamos nosotros antes y dejaron a los demás inconscientes o muertos y nos llevaron lejos de allí.
Llegamos al campamento de Aslan, era todo mucho más bonito allí, había más luz y desde luego no hacía tanto frío. Al bajarnos del centauro, Aslan quiso hablar con nosotros. Era un león y no cualquier león es el mismo que veía en mis sueños. Primero fue con Edmund decidí alejarme un poco y no escuchar por respeto, pero estaba claro que le estaba regañando.
- ¡Edmund! - se escuchó gritar a Lucy, esta vez no podía esconderme y no iba a hacerlo aunque pudiera.
El miró a sus hermanos y Aslan le dijo algo por última vez dejando que fuera con ellos, para llamarme a mi.
Hola, bueno otro sábado y otro capitulo más. Estoy un poco desanimada por la poca audiencia que tiene la historia, pero bueno los principios son así. El último capítulo no ha tenido ninguna vista en esta semana y he pensado que si sigue así esperaré a subir el resto de capítulos. Pero bueno aún no se que hacer, espero que os guste el capitulo y la historia muchas, gracias por leerme.
Os deseo una bonita semana :3
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Tu eres mi destino [Edmund Pevensie]
FanfictionKatherine es una niña huérfana que está a cargo de la señora McCready y vive con ella en la casa del profesor Digory. Allí, descubre el secreto de un armario que se encuentra en la casa y casi al mismo tiempo que los hermanos Pevensie entra en el ar...