Capítulo 51: Hablemos

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En el capítulo anterior:

- Estuvimos mucho tiempo con ella, nos torturó, nos amenazó, nos tenía en constante tensión, incluso nos decía que nos mataría en cualquier momento y nos tenía con ese miedo. Cada vez que se acercaba no sabíamos si sería el último momento en el que veríamos el sol. Y... Llegó a matarme, aunque luego resucitase, esos arañazos en mi cara, ese puñal clavado en mi estómago los recuerdo cada día, como si siguieran ahí, siento ese dolor una y otra vez. - sin darme cuenta rompí a llorar y Edmund no tardó ni un segundo en abrazarme y esconderme en su pecho, acariciando mi pelo y dando besos a mi frente.

- Lo sé... Se todo lo que nos hizo y lo que te hizo por mi culpa y no hay un día que duerma tranquilo sabiendo por lo que tuviste que pasar por un niñato que acababas de conocer. - suspiró dejando caer pequeñas lágrimas también.

- Pero te prometo que cuando volvamos, esos recuerdos morirán con ella, esta vez para siempre. No pienso permitir que siga viviendo en nuestra mente, haciéndonos daño. - hablaba en bajo, pero frustrado recordando todo, mientras me acariciaba intentando calmarme. Ambos tratábamos de calmarnos el uno al otro.

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A la mañana siguiente, más tranquilos que el día anterior, volvimos al armario.

- Por estar todo el día mirando el armario no va a ocurrir nada. - dijo Eustace.

- Podríamos rezar. - dijo Lucy, haciendo que pusiéramos nuestra atención en ella.

- Ya sabemos lo que quiso decir Aslan la última vez, él dijo: en vuestro mundo tengo otro nombre, deberéis aprender a conocerme por él. Es Dios, desde que nos fuimos hemos sido creyentes, hemos ido a la iglesia y hemos rezado, ¿Por qué no lo vamos a hacer ahora?

- Tiene sentido, podríamos intentarlo. - dijo Peter apoyando a su hermana y todos nos arrodillamos ante el armario y comenzamos a rezar, pensando en Narnia, pensando en Aslan.

- ¿Habéis sentido eso? - dije yo al terminar de rezar.

- ¿Esa brisa? - preguntó Eustace y todos asentimos mirando el armario, que tenía la puerta ligeramente abierta.

Lucy no esperó más y entró dentro ilusionada creyendo que volveríamos, pero acabo chocandose con el fondo del armario.

- ¿Estás bien? - le preguntó Ed preocupado, pero aguantandose la risa.

- No, no lo estoy. ¿Por qué no podemos volver? - empezó a hablar alterada.

- No lo entiendo, si Narnia nos necesita ¿Por que no volvemos como las otras veces?

- A lo mejor a alguno de nosotros le falta fe. - dijo Peter y me miró.

- ¿Lo dices por mi?

- Te escuché hablando con Edmund ayer.

- Ah, ahora resulta que te dedicas a escuchar conversaciones ajenas. - dije sarcástica.

- Estaba preocupado solo quería ver si estabas bien y...

- Y te quedaste a cotillear. - le interrumpí.

- Que yo recuerde no era yo el que se escondía y nos espiaba.

- Eso no es excusa para haberte quedado a escuchar nuestra conversación. - dije cruzandome de brazos y resoplando.

- Chicos, basta dejar de pelearos. - dijo Lucy.

- Solo digo que sé que no estás segura de que haya vuelto Jadis y también sé que te aterra que haya vuelto, tienes miedo de volver a enfrentarte a ella y eso es lo que nos está frenando. - terminó Peter.

Tu eres mi destino [Edmund Pevensie] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora