En el capítulo anterior:
- Dijeron que habías muerto. - dijo preocupado.
- Y yo te dije que te la debía. - sonreí y le abracé por el cuello dejando lagrimitas en su hombro, él me correspondió rodeando mi cintura.
- Ni se te ocurra volver a hacerlo. - sonreí mucho y los hermanos se unieron al abrazo.
Edmund se separó mirando a Aslan, quien iba reviviendo a los petrificados, Lucy cogió su poción e hizo lo mismo que el león.
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Hoy era la coronación de los Pevensie, los hijos de Adán y las hijas de Eva que han salvado Narnia de la bruja. Todos los narnianos estaban emocionados por esta coronación en el castillo de Cair Paravel, un castillo hermoso sin duda yo estaba al lado de los castores, esperando a la llegada de los reyes. Yo fui vestida con ayuda de castora, llevaba un vestido blanco largo y beige aterciopelado, con unos zapatos planos de un rosa clarito, unas pulseras de flores y el pelo suelto y rizado como solía llevar. (conjunto de arriba, excepto la corona). Los futuros reyes ya venían junto a Aslan, todos iban muy guapos, las chicas a su derecha y los chicos a su izquierda, ellos se pusieron en frente de sus tronos y Aslan habló.
- Antes de comenzar con la coronación, me gustaría nombrar reina a alguien más. - puso su mirada en mi. Los hermanos sonrieron, yo le miré sorprendida.
- ¿Y-yo? - todo el mundo me miraba sentía mucha vergüenza. Él asintió sonriente.
- Pero señor... Yo no pertenezco a la profecía, no debería ser nombrada reina.
- Te lo has ganado tanto como ellos querida, por tu valentía, tu lealtad hacia este mundo y tu sacrificio. Sube con ellos. - con su magia Aslan hizo aparecer otro trono al lado del de Edmund, dejando al de Peter en el medio, Lucy y yo en las esquinas y Edmund y Susan al lado de Peter. Yo subí a mi trono feliz, pero al mismo tiempo preocupada, quería ser buena reina. Edmund me miró contento y continuó la coronación.
- En nombre del resplandeciente mar Oriental, yo te nombro reina Lucy, la Valiente. - la niña sonrió mucho y los castores y Tumnus se acercaron para ponerla su corona, era plateada y de flores.
- En nombre de los cuatro elementos de la madre naturaleza, yo te nombro reina Katherine, la Inefable. - ¿yo? ¿Reina? ¿Nombrada cómo la Inefable? No podía creerlo después de tanto tiempo buscando mi lugar lo he encontrado y me han nombrado como la reina inefable, cuyo significado es algo que no se puede expresar con palabras, algo tan fuera de lo normal que las palabras no logran describirlo. El señor Tumnus vino hacia mi con mi corona en mano y me la puso sobre la cabeza, era hermosa.
- En nombre de los bosques salvajes del oeste, rey Edmund, el Justo. - al ponerse su corona, ambos nos miramos felices.- En nombre del radiante sol del Sur, te nombro reina Susan, la Benévola.
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Tu eres mi destino [Edmund Pevensie]
أدب الهواةKatherine es una niña huérfana que está a cargo de la señora McCready y vive con ella en la casa del profesor Digory. Allí, descubre el secreto de un armario que se encuentra en la casa y casi al mismo tiempo que los hermanos Pevensie entra en el ar...