En el capítulo anterior:
- Eso ya lo veremos, señorita. Mañana irás a presentarte. Y si no lo haces tú, lo haré yo misma. - la señora se marchó cerrando la puerta.
Edmund, quién se había ido a su habitación, escuchó los gritos de la señora, pero no logró escuchar con claridad la conversación.
- Para ser tan estricta con las normas no parece que ella las cumpla mucho. - dijo el muchacho riendo brevemente por la ironía de la situación.
La Solitaria Katherine suspiró frustrada tumbandose en la cama con otro libro en mano que trataba sobre la amistad, para ver si así era capaz de aprender como comunicarse antes de mañana.
Narra Katherine:
Un nuevo día ha comenzado para mi, pero este no será como todos los demás, hoy deberé presentarme a los nuevos hermanos que habitan la casa. Tengo bastante pánico ¿se me nota?
- No, para nada Katherine solo te tiembla la voz, te duele el estómago y tienes escalofríos, todo está bien. - me hablé a mi misma en mi habitación mirando el pequeño espejo que tenía, estar casi todo el día sola me hace hablar conmigo misma, espero no estar loca.
Suspiré profundamente, intentando relajar las nauseas que se aproximaban a mi garganta y salí de mi habitación, bajando a la planta en la que se encontraban los Pevensie. Estuve a punto de entrar, pero al oír hablar a uno de ellos me escondí en la habitación de al lado con demasiado miedo por si me habían visto. Asomé con cuidado mi cabeza en su puerta para poder verles.
- Gastrovascular. - dijo la que parecía ser la hermana mayor.
- Vamos Peter, pon atención, Gastrovascular. - volvió a repetir la muchacha de pelo oscuro y ojos azules, hacia su hermano rubio que al parecer se llamaba Peter.
- ¿Es Latin? - respondió el rubio.
- Si - contestó la morena.
- Es Latin y significa el peor juego del mundo. - añadió el chico menor de los hermanos que tendría más o menos mi edad, este era moreno y se parecía a su hermana pequeña por las mejillas gorditas.
Su hermana mayor le echó una mala mirada.
- ¿Y si jugamos al escondite? - añadió la pequeña hermana aburrida acercándose a su hermano mayor.
- Pero si el juego de Susan es muy divertido. - Susan, así se llama la hermana mayor.
- Por fa Peter, una vez. - la niña hizo pucheros mirando a su hermano con carita de perrito. Peter sonrió.
- Uno, dos, tres... - comenzó a contar el mayor. Sus hermanos corrían en dirección a la puerta donde yo estaba mirandoles, así que me escondí de nuevo en la habitación cercana, pero no pude cerrar la puerta porque ya estaban en el pasillo y se darían cuenta, por lo que solo pude quedarme pegada a la pared que estaba cercana a la puerta.
- ¿Que estáis haciendo? - preguntó el tercero de los hermanos.
- Corre, Edmund. - dijo Susan. Edmund, ese es el tercer nombre, solo me quedaba la pequeña.
Pero entonces noté como ese tal Edmund se acercaba a mi puerta despacio, como si supiera que estoy dentro. Estaba apunto de entrar cuando su hermana le llamó.
- Ed, ¿Que haces? Vamos. - le llamó la mayor.
El mencionado se fue, pero creo que volvió a mirar la puerta antes de irse. Solté un gran suspiro al notar como todos se habian marchado, me estaba aguantando la respiración, y con cuidado salí de la habitación, sin darme cuenta yo también jugaba al escondite y esperaba que nadie me encontrara.
Corrí despacio por la casa y fui a uno de los pasillos. Había muchas puertas que no se abrían, pero escuché unos pasos cercanos y volví a esconderme en la esquina de la pared, viendo que la hermana pequeña era la procedente de esos pasos. Entró en la habitación que estaba a punto de abrir, supongo que encontró donde esconderse porque tardó un poco en salir, pero lo raro es que salió cuando su hermano dejó de contar y lo suyo es quedarse ahí hasta que te encuentren. La pequeña parecía eufórica e ilusionada y bajó las escaleras buscando a sus hermanos, tanto correr no le va a gustar a McCready.
Por curiosidad entré en aquella habitación cerrando la puerta a mi paso y cuando me di la vuelta me sorprendí al ver aquel armario. Era grande, majestuoso y algo inusual, no entiendo como después de vivir aquí tanto tiempo nunca lo había visto antes. Me acerqué para tocarlo y abrirlo, no se como explicarlo, pero transmitía una energía como mística, espiritual. Me adentré en el armario para mirarlo más de cerca y se cerró la puerta sin querer. Estando dentro me di cuenta de que aún no llegaba al fondo del armario y era mucho más amplio desde dentro, pero entonces noté algo pinchandome. Al girarme vi algo que nunca creí ver, unos abetos estaban cubriendo lo que parecía ser la salida o entrada del armario y al cruzar los abetos, un bosque nevado estaba frente a mis ojos. ¿Cómo es posible que un armario guarde semejante mundo? Pensé seriamente en sí no estaba soñando como solía hacer, pero no, estaba bien despierta. Parecía que estaba oscureciendo en este lugar y lo curioso es que había una farola a pocos pasos del armario.
- ¿Lucy? - preguntó una voz cercana.
- ¿Quién habla? - pregunté, intentando sacar algo de valor.
Al ver a aquella criatura aparecerse retrocedí hacia atrás asustada.
- Tu no eres Lucy.
- Y tu no eres humano. - no se si he sonado borde, pero es lo que se me ha ocurrido decir.
- ¿Eres hija de Eva? ¿Hermana de Lucy?
- Si, pero no soy hermana de ninguna Lucy.
- Soy Tumnus, soy un fauno. - dijo tímido alzando su mano con intención de estrecharla con la mía.
- Soy Katherine, soy una humana. - contesté a lo que él sonrió y estreché su mano.
- Que raro, Lucy no lo hizo así.
- ¿Hablas de una niña pequeña con pelo corto castaño y mejillas infladas?
- ¿La conoces?
- Vagamente.
- ¿Y está ella en Narnia?
- ¿Narnia?
- Así se llama este mundo, dime ¿está ella aquí?
- No, que yo sepa se fue hace un rato.
- Deberías irte tú también, esto no es muy seguro, los árboles nos escuchan. - me empujó el fauno con cuidado.
- ¿Por qué no puedo quedarme?
- No es seguro, por favor pareces una niña lista, vete.
- ¿Pero podré volver?
- Por tu bien es mejor no hacerlo, corre lárgate. - volvió a empujarme con cuidado, asentí mirandole y volví por donde había venido.
Buenoo, aquí está el segundo capítulo el sábado como dije. He decidido cambiar y subir capítulos cada sábado, en el mensaje del primero lo cambié.
¿Que os ha parecido? Katherine ya conoce Narnia y parece que Edmund casi la descubre.
El próximo sábado más y mejor, gracias por ver mi historia y espero que hayáis pasado una buena semana.
Descansad mucho este finde y estudiar, quedaros en casita y tomar mucha agüita y frutita. Os quiero :3.
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Tu eres mi destino [Edmund Pevensie]
FanfictionKatherine es una niña huérfana que está a cargo de la señora McCready y vive con ella en la casa del profesor Digory. Allí, descubre el secreto de un armario que se encuentra en la casa y casi al mismo tiempo que los hermanos Pevensie entra en el ar...