Se mío Rengoku-san (Rengoku x OC)

Diario

Era un dia soleado, oportuno para lavar ropa, el pequeño Senjuro entro a la habitación de su hermano para llevarse el cesto recolectado.

- Otosan- Se sorprendió al encontrarlo ojeando una libreta al lado de la mesita de noche.

- Yo lo hare- dijo guardando el cuadernillo en su bolsillo interno y sobre la cesta puso el haori que tiempo atrás fue prestado por su hijo mayor a Suzume -Regresa a tus practicas- Dijo en tono autoritario y serio, pero revelando un extraño brillo en sus orbes dorados.

- Hai!- Exclamo el pequeño sin poder decir mas, curioso y anonadado del comportamiento de su padre.

¿Qué le habría puesto de tan buen humor? 

En el Orfanato de la Sede, la joven de ojos verdes tenia el cuarto hecho un caos.

- No lo encuentro por ningún lado- Sus manos movían todo objeto posible-No esta! ¡No esta!- Su sien tenia varias gotas de preocupación.

¡Mi diario no esta!

Se arrodillo poniendo las manos sobre su cabeza intentando hacer memoria.

- I-mposible!- Espeto desesperada- El diario estaba en la mochila- Sintió un escalofrió que le recorría el cuerpo entero.

Se cambio a toda velocidad, empaco su ropa de cazador y se encamino hacia la casa Rengoku.

-Si tengo algo que explicar lo hare- Decía temiendo que Kyoujuro sepa que ya conocía a su padre y los muchos sentimientos confesados en la libreta- Por que tiene que ocurrir esto antes de salir a cazar, no es justo- Cerraba los ojos de impotencia y choco con la rama de un árbol.

***************************************************

Al terminar de lavar, sacudía la ropa y la colgaba en el tendedero del amplio jardín de su casa.

De pronto dio una pausa para sacar el diario de Suzume y seguir leyendo sobre:

"Aquella Persona"

Ese era el apodo el cual fue denominado por ella para referirse a ambos, por si algún día el diario llegaba a manos equivocadas no se exhibiera el nombre de los comprometidos en su vida.

Su hijo menor, lo observaba detrás del borde de la casa, el sintió su pequeña aura y volteo.

- Sucede algo?- Cuestiono levantando una ceja

- Eso quisiera decirle yo- pensó el- No es nada Padre- Salio de su escondite a su encuentro- Puedo terminar el trabajo, usted descanse- Hablo de manera tierna y formal. 

Mientras su hijo terminaba de tender, su padre se sentó sobre una gran roca cerca de ahi y continuaba la lectura.

" Aquella persona me gusta tanto es guapísimo, fuerte, indulgente, sobreprotector"

" Aun no me llama por mi nombre y eso me preocupa quizá ya lo olvido"

"El problema con aquella persona es que no sere correspondida"

"A veces siento que esta mal, pero nadie escoge su amor, ni el momento ni la edad y mucho menos la persona"

"Me enamore de el como si no existiera otra persona mas a mi disposición. Aquella persona es mi ultimo pensar al acostarme"

"Estoy en una burbuja, a veces veo un vinculo entre nosotros, no quiero dejar de quererle"

Eran frases tan ambiguas que definitivamente el se convenció de ser la persona de la cual Suzume estaba enamorada