Se mio Rengoku-san (+18)

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Al remendar al conejo de felpa no quedo igual.

La mañana se tornaba color desesperanza, hace varios dias que Kyojuro no la visitaba, notablemente distante desde que Harumi regreso a casa.

Para compensar su ausencia, Senjuro la acompaña con excusas de falta de tiempo o trabajo excesivo, es el escudo de su hermano mayor ante las excesivas preguntas de la mujer.

En medio del jardín, bajo el gran arce y el árbol de cerezo, ella intenta arreglar ese peluche preferido de su hija, pero no hay solución.

Lo que esta roto, no cobra su forma anterior.

- Se ve raro, parece un monstruo- Comento Suzume con tono abatido.

- No puede verse tan mal- Senjuro se acerco para inclinarse y ver el conejo- Entiérralo, esta sufriendo.

Ella no tardo en reír, con el se sentía relajada, con solo estar a su lado se animaba por su tierna aura.

- Es cierto, es cierto- Se limpio la lagrimilla que se avecinaba en el inferior de su parpado- Quisiera comprarle otro y he buscado cada tienda en la ciudad.

- Resulta que de esos conejos, ya no existen por estos lares, fue una edición limitada- Agrego Senjuro.

- Aunque le queda el que le regalo su padre- Ella levanto la mirada al cielo, con algo de confianza- Espero que comprenda que ya no se quedara con ambos.

- Ahm, con respecto a eso- El se rasco la mejilla- Mi hermana dice que le falta su compañero y estará triste por ello.

Suzume queria desmayarse.

¿De donde sacaría otro peluche?

- Tal vez, encuentre uno durante el viaje- Relato y suspiro con desgano- Mi salud, cada vez es mas delicada y hay un buen medico en la ciudad a la que iré.

El pequeño la observo inquieto, puso una mano sobre su frente y pregunto:

- Si, me lo contaste ¿No lo recuerdas?- 

La chica entreabrio los labios, no sabia si era el cansancio o las constantes preocupaciones las que la mantenían desubicada y aturdida.

- Debo estar distraída, lo siento- Manifestó, con sonrisa plana.

Fingía ser natural, no darle importancia para aliviar la mirada preocupada de Senjuro. Después de despedirse, el regreso a casa.

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En la mansión, Akane se quedaría cuidando de la niña; sin embargo hay momentos en los que sale a realizar las compras.

Hace breves instantes, Harumi jugaba en el jardín con el temari, hasta que escucho la discusión entre su padre y su hermano mayor. Kyojuro le contaba animado de su nueva misión y que si un dia decidiera completar su entrenamiento, estaría profundamente agradecido. Shinjuro no recepcionó bien esta idea y su temperamento se libero en gruesas y terribles palabras.

A pesar de la tormentosa escena, Kyojuro se despide con una venia, da unos pasos para acercarse a Harumi y la abraza diciéndole que todo esta bien, que no culpe a nadie de lo que vio.

La pequeña siente las cálidas manos de su hermano acariciando sus rizos y luego el, sonríe una vez mas y la deja atrás, para seguir con su trabajo. Ella no soporta que su progenitor sea tan injusto y no esta dispuesta a callar.

Se mío Rengoku-san (Rengoku x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora