"La rebeldía es tan hermosa, fue en el cielo junto a Dios y hubo un ángel rebelde que por serlo cambio el cielo por el infierno"
-J. Benavente
2 meses después.
Kyoujuro bordaba el nombre de su pequeña hermana en un conejo de felpa al pie de su finca, si bien este tiempo no se atrevió a regresar a casa por el excesivo trabajo mas se debía a que su mente era un caos y todo era por esa chica de ojos verdes como los arbole que lo rodeaban.
"Me pregunto si este corto tiempo sirvió para que no me deteste tanto y me deje ver a mi hermana"- Reflexiono mirando al cielo.
La suave brisa que agitaba sus dorados cabellos le recordaba a ella, temía que si volvieran a encontrarse el disgusto de ella fuera muy grande, la vergüenza por su acción era tan grande que no veía a nadie y ni rezar junto al Pilar de la Roca logro calmar su culpa.
"Si ingresara a algún monasterio tal vez encuentre algo de paz"- Puso su mano debajo de su mentón totalmente pensativo.
Cerca de el, se escuchaba varias pisadas sobre la fresca hierba, la luz del sol atravesaba las coloridas ramas de los arboles y un par de figuras varoniles de diferente tamaño se aproximaban cada vez mas.
El chico de alegre temperamento sonrió al instante al ver de quien se trataba; sin embargo esa visita estaba acompañada de un niño de largos cabellos.
- Pilar de la Flama, buen dia- Musito en tono apagado- Lamento venir sin previo aviso pero la carta que me enviaste se perdió.
La expresión de Giyuu revelaba que no estaba del todo tranquilo.
El kasugai de Giyuu era viejito por lo que anécdotas como esta eran de conocimiento del rubio, por lo que la fecha quedo pactada en una carta anterior pero la hora del dia y demás... ¿Dónde habra terminado?
- Oh Tomioka-san! Me alegra verte con bien, descuida se que Kanzaburo hace su mejor esfuerzo- Correspondió el saludo- ¿Quién es la niña que te acompaña? Es la primera vez que te vez como un hermano mayor.
- Te esta hablando porque no te presentas- El ojiazul hablo al menor que estaba escondiéndose detrás de el.
El chico de ojos menta ladeo el rostro con un certero mutismo, por lo que el Pilar del agua suspiro resignado.
- El es Tokito Muichiro y es un niño, por lo que deberás disculparte Rengoku-san- Giyuu opto por hablar ante el silencio del muchacho.
Las mejillas de Kyoujuro ardían de vergüenza, era un error que cualquier otro cometería pero para Tokito seria motivo de jugar con el.
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Se mío Rengoku-san (Rengoku x OC)
RomanceA plena luz de sol yo vivo en tinieblas y ahi sentada en mi desdicha lo observo a el, un ser lleno de luz y claridad. Dedicado para todas aquellas personas que en en algun momento de su vida estuvieron entre la espada y la pared a la hora de decidi...