Engaño

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"Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver".



¿Por que escogí ese dia para cometer el mayor de los desastres?

Es abril, los pétalos de sakura flotan en varias direcciones el viento se las lleva, ojala pudieran llevarse mi mentira, dos meses pasaron desde aquella vez que vi a Shinjuro-san. Todo este tiempo acudía al lugar de mi primera cita con Kyoujuro-san, lo extraño a mares, me hace falta oir esa voz que anima el alma.

Aquella noche, donde enlode su corazón...

El me dejaba con la idea de que yo dormía en mi habitación, aun siento el sabor de sus labios en mi boca y la culpa vuelve a mi.

"No puedo casarme con este hombre"

La puerta se cerro y me reincorpore de inmediato, apreté las sabanas cerrando mis ojos.

- Tengo que hacer algo, yo no puedo seguir con esto- Me cambie y tome la peineta y me ate el cabello en una cola de caballo.

Debo encontrar a mi Padre y actuar de prisa. Después que me fue dicho no hacer otro escandalo mi joven mente no se ubica y no acepta mandato alguno, torpemente me dirijo hacia el desastre.

Camine como un gato hacia la biblioteca de la casa, me puse a buscar en el escritorio , muchos papeles regados y nada, en los cajones tampoco, golpee la mesa frustrada hasta que note un cofre por encima del librero, esta cerrado y utilizo la navaja que siempre llevo conmigo cuando salgo de noche.

- Ya esta!- exclame al lograr abrirla, estaba la dirección y la cinta que perdí años atrás, el la guardaba como un tesoro- Shinjuro-san no puedo corresponderle- Era tan fácil decirlo sin ver directamente sus dorados ojos.

Quizá los mayores atroces se cometen de noche y es porque escogí escabullirme de la casa, actuando bajo las sombras.

Cuando llegue a mi destino, vi una casa modesta y entre sin invitación alguna, habia un cuarto donde dormían dos niños ¿Este bastardo tuvo mas hijos? Deslice otra puerta y el dormia plácidamente junto a una joven mujer.

- Despierta- Murmure cerca a el apuntándole con el cuchillo en la yugular, el tardo en reconocerme y no dijo ni una palabra solo obedeció. Salimos afuera, antes que la mujer se diera cuenta y gritara como loca.

- No tardaste en hallarme querida hija- Hablo despreocupado a pesar que seguía amenazado.

"Cuanta ironía en una frase suya".

- Devuelve el dinero no soy un objeto!- Ordene enfurecida.

- Oye, oye, me parece justo, el es un hombre mayor y si quiere callarme la boca con unos yens por mi esta bien, además tus hermanos te lo agradecerán.

Quiere estresarme para buscar soltarse, como si no lo conociera.

- Mis hermanos murieron el dia del incendio maldito infeliz, no se a quienes te refieres.

- Pues cada quien con sus problemas mentales Suzume, sabes que puedo denunciarte por entrar a mi casa.

- Dudo que sea tuya, es mas fácil creer que embaucaste a esa mujer para que te mantenga ¿No hacías eso con mamá?- El afilado cuchillo le corto levemente y unas gotas caian en su ropaje.

- Soy tu padre ¿ Acaso perdiste la razón?-

- Si, estoy loca, si te mato nadie te echara de menos, aunque si devuelves el dinero pueda cambiar de opinión.

Se mío Rengoku-san (Rengoku x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora