Girasoles

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"A la flor más bella de mi jardín, mi girasol hermoso, me haces sonreír"

Yolanda Barry.


- Estoy en casa-

Nos presentamos a plena luz, al dia siguiente en una agradable complicidad que solo el y yo entendíamos.

- Bienvenidos!- El rubio menor nos recibió en la entrada del salón. 

En medio de las explicaciones que Rengoku-san daba a su hermano, yo estaba en un estado de somnolencia y satisfacción que solo el arte amar puede otorgar.

Cuando iba rumbo a su habitación, yo iba traes el hasta que Senjuro hablo...

- Ah...Ehm...Kanroji-san viene mas tarde a practicar- Le costo decirlo por mi.

- Bien, despertare en un par de horas, no te preocupes- Volteo a verlo con una amplia sonrisa.

Yo estoy agotada pero este hombre tiene una fuerza increíble para seguir entrenando después de lo de anoche.

Continúe avanzando sin el porque las piernas no me daban para mas hasta que su pregunta me detuvo en el pasillo.

- Hermano ¿Tienes noticias de nuestro Padre?- Indago con voz vigorosa que despierta a cualquiera.

- Oh... Si, aun esta en las islas de Tokio- Su respuesta era un alivio para mi, se que tenernos que hablar y se que será difícil, engorroso y conflictos se avecinan pronto.

Al ingresar a mi habitación me desplome sobre la cama, un girasol estaba sobe el florero del mueble, me pregunto si Shinjuro-san lo ha ordenado... La observo con tallo firme y sin embargo un pétalo cae de ella.

 La puerta se deslizo, sobresaltada di la vuelta para observar aquellos orbes dorados  que me flechaban el corazón.

- ¿Tienes algo que hacer mas tarde?-

- Ahhhw, su, su hermano podría oírnos, yo no se si...- Me encogí de hombros apenada y angustiada- 

- Es mejor que hablemos en otro momento! ¡Entiendo!-

Lo tome de la manga de su haori y mi otro mano la lleve hacia la altura de mi boca presa de los nervios.

-Yo no fui llamada a la Sede, en la ultima misión mi espada se quebró, estoy l-libre- Lo ultimo me dificulto decirlo.

"Si tan solo lo supieras no lo entenderías"

- El matsuri aun no acaba y me preguntaba si quisieras salir conmigo-

 Eso me alegraría en otras circunstancias, cada paso que damos es un declive a la locura.

- Ahhh, veras yo tengo que recoger mi katana- Puse mi mano por detrás de la nuca con la intención de agachar el rostro y no ceder ante su hermosa mirada. Y...- Quiero ir pero seria arrastrarlo a mis propios problemas.

El se paro frente a la flor y cambio el agua del florero esperando mi respuesta.

- Acompáñeme por favor!- Camine hacia el con el ultimo aliento que me quedaba y de el solo recibí un toque en la frente.

- Tenias una pelusa- La quito de mi y me sonroje de inmediato al recordar que era del color de la alfombra donde nosotros...

Con la cita concertada salió de la pieza y el sueño hizo lo suyo al arroparme con ilusiones y pensamientos que solo a el le pertenecían.

Se mío Rengoku-san (Rengoku x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora