Miedo

1.2K 117 16
                                    



"Las paredes que construimos a nuestro alrededor para mantener fuera la tristeza, también impiden que entre la alegría"

Jim Rohn.



El siguiente llamado era por los rumores de un demonio en el cementerio en las afueras de la ciudad, el sonido de las lechuzas y el chirrido de los grillos combinaban con la espeluznante y lúgubre situación a la que habíamos acudido.

Nos reunimos con un pequeño cuarteto de cazadores que estaba tiritando de frio cuando los encontramos.

- Rengoku-san- Saludaron - y tu..- Me miraban como tratando de hacer memoria-

- Maeda- Musite detrás de mi senpai-

- La situación es esta, varias personas desaparecieron- Continuaron pasando de mi y sentí una ola de calor muy cerca de mi que no se como explicarlo.

- Koshikawa se respetuoso con Maeda- Interrumpió el rubio- Estoy al tanto de todo será mejor que nos apresuremos!- Alzo la voz dirigiéndonos hacia la nocturna cacería.

Nos dividimos en grupos de dos, me mandaron con Ayamura a inspeccionar un sector.

- Eres raro- Me dijo mientras caminábamos- Por eso las personas no están pendientes de ti y solo te queda aceptarlo o defenderte, no esperes que otro haga lo que tu no puedes.

- Yo no pedí que abogaran por mi Ayamura- Me detuve con la mirada fija en el llano suelo.

- Rengoku te ve como un perrito asustado solo es eso, tu no tienes nada de especial- Soltó sin rodeos.

Me encogí de hombros sin prestar atención, no necesito que me repitan lo que toda mi vida escuche, además si Kyoujuro esta de mi lado, eso me basta para que querer seguir.

De pronto unos ruidos como el carraspeo de la madera fueron percibidos por mi.

- Ayamura ¿Escuchaste eso? No sigas avanzando- Mi vista englobaba el campo y no detectaba nada mas que ruidos.

- Y ahora que te pasa?- Pregunto sin saber lo que venia.

- Cuidado!!- Grite al tiempo que desenvainaba mi katana para cortar las ramas que querían arrastrarlo.

- A-ayudame!- Suplico asustado, las ramas los envolvían formando un ataúd.

Estas son extensiones, si cortamos al demonio desaparecerán, lo mas que puedo hacer es cortar las ramas.

Examine en mi interior el proceder de mi espada.

Me esmere en que no desapareciera el ataúd, cortaba y cortaba pero se volvía a regenerar. Mis brazos estaban alerta pero mis piernas no.

Unas extensiones quisieron envolverme y las rebane, salte a lo alto para esquivarlas y Ayamura desapareció en ese instante.

- D-debo buscar a Rengoku-san- Corrí cerrando los ojos y dolida por que no pude protegerlo, era un idiota lo reconozco pero era parte de nuestro equipo.

Las ramas no me dejaban, serpenteaban detrás mío hasta acorralarme contra el muro del panteón.

-Respira, respira- Decima postura: Kaze no Fuyu, múltiples cortes se realizaron con el fin de defenderse.

Agitaba mi espada y estaba cansada, mi resistencia no era la mejor y mis pulmones estaban al limite.

Ahora solo podía escapar, daba saltos largos para alejarme, hasta que mis ojos presenciaron la desaparición de mis otros dos compañeros.

Se mío Rengoku-san (Rengoku x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora