Se mío Rengoku-san (Rengoku x OC)

Adiestramiento

"No dejes que el fracaso se quede en fracaso; transfórmalo en una lección."

Pasaron seis largos años desde que llegue a la casa de un cultivador, tuve que mentir que era un niño por que mi Maestro no aceptaba discípulos mujeres, a ellas las mandaban a la Finca Mariposa o a la del Agua.

Conserve mi apellido y cambie mi nombre, pase desapercibida por mi  buena estatura, era delgada y corte mi cabello, usando una pequeña coleta. La ropa holgada también ayudaba a disimular.

Mi maestro pasaba lista.

- Maeda Shun- Presente dije en pose firme y luego siguieron mis demás compañeros.

El ex Pilar del Viento, era un hombre mayor de cabello oscuro y un mechón blanco.

- Ya tengo las personas que irán a hacer la prueba en Fujikasane- Aquel bosque donde los demonios se encontraban aprisionados.

Fui escojida.

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Los días pasaron y estaba en el Bosque de Glicinias, lista para mi prueba. Muchos niños de edades similares instruidos por cultivadores estaban peleando por diversos motivos.

Dinero

Venganza

Honor

Mi Maestro decía que yo luchaba como niña, valga la ironía, desarrolle un derivado del aliento del viento.

- Respiración de la Brisa. Ichi no kata: Sessuru- El corte eran en sentido vertical generando un desequilibrio en mi oponente.

Tenia que sobrevivir varios dias. Ya al final, estaba cansada y con hambre. Un maldito demonio me tomo desprevenida.

Y el me protegió, aquel rayo de sol en medio de la oscuridad.

¿Cómo podría describir esos ojos que se posaron en mi?

- Holaa! ¿Estas bien?- Pronuncio mientras el demonio desaparecía a sus pies ¿Estas ahi?¿Como te llamas?

Me abordo en preguntas preso de la incertidumbre si estaba orientada en espacio y tiempo o es que estaba conmocionada y catatónica.

- Su-su-Tartamudee- Shun- dije al fin con fuerza imitando torpemente su voz enérgica- Gracias por salvarme- Me puse de pie y le agradecí cual pose tradicional.

Ese lindo chico sonreí, su ropa estaba sucia y salpicada de sangre, agitaba su espada de un lado para otro.

- Soy Rengoku Kyoujuro- Se presento ante mi, la prueba ya termino!

¿Cómo lo sabia era dueño del tiempo o algo por el estilo?

Los rayos de la estrella gobernante avisaban con su luz la mañana.

Mis rodillas flaqueaban y Kyoujuro me ayudo llevándome recargando mi peso en el y rodeándole con mi brazo por detrás de su cuello.

Ordene a mi sangre que no tiñera mis mejillas con su carmesí color.

- Vamos, salgamos de este lugar- Me dijo mientras nuestras miradas chocaban.

No necesitabas ver las hora por que eras hijo de ese hombre, el Sol que no conoce la noche.

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