Se mío Rengoku-san (Rengoku x OC)

Alfa

"En la vida solamente hay dos tipos de persona: los lobos y los corderos"

(Patricia Cornwell)

Pacifica noche en teoría.

En la practica, la mas inesperada de las situaciones.

El hospedaje de Ibaraki los recibía, entre murmullos de las criaturas nocturnas que habitaban el campestre paraje. Aunque también alguna muy extraña aguardaba a distancia.

- Suzume! ¿Te gusta viajar en tren?- Platico animado el muchacho de cabellos rubios, antes de partir a su misión.

- Es interesante, pero le cause muchos problemas con mis mareos constantes.

- Descuida!- Esbozo una sonrisa en su dirección- El bebe saludaba a su estilo- Comento con ese toque de ternura tan especial en sus expresiones.

- Kyoujuro-san, gracias pero quisiera ir al baño nuevamente- Comento son suma vergüenza, dibujada en sus claras mejillas entintadas de rojo.

Salió disparada inmediatamente, el muchacho de noble mirada la esperaba tras la puerta.

Los síntomas del embarazo eran latentes, su apetito inesperadamente aumento. Muchas bandejas de comida, te caliente y demás botanas, la esperaban en la habitación.

- No quisiera dejarte, realmente me gustaría quedarme todo lo que pueda contigo.

- Puede ir tranquilo, es normal que sucedan estas cosas- Hablo con voz débil en el interior del baño- Lo necesitan en el campo de batalla ¡Rápido no deje de avanzar!

- Si!- Levanto un brazo para formar un puño con su mano- Volveré pronto!- Realizo una venia, no importaba que no lo viera.

Porque a esa mujer la tenia en alta consideración.

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Horas antes.

La culpa no lo dejaba en paz, ni la bebida podía desviar su enredado sentimiento por Suzume, regreso para verla antes de partir a Ibaraki.

"Sera la ultima misión, tal vez volver al trabajo me ayude a liberar toda esta tensión acumulada"

Entonces sus dorados orbes, se posaron en su hijo mayor que ingresaba a la residencia de su esposa.

Sabia perfectamente que si ingresaba se desataría el mismo infierno sobre la tierra, decidió dar la vuelta para retomar su camino a la estación.

Sin imaginarse que ambos abordarían el mismo transporte.

- Definitivamente no dejare que te la lleves Kyoujuro-  Declaro cerrando ambos puños.

Aunque tuvieran destinos distintos, nada dice que no puedan mezclarse.

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El bosque no esta dormido, la melodía mas tranquila esta en el arrullo de las aves nocturnas. Múltiples luciérnagas de fondo a sus espaldas, iluminan suavemente su espera.

A gran distancia del hospedaje, Kyoujuro se reunió con el novato Pilar del Agua, el enemigo fue considerado como problemático, por mas que decenas de cazadores intentaban pelear, terminaban con fiebre alta que solo se podía extinguir con ayuda de los conocimientos farmacéuticos del Pilar Insecto.