Se mío Rengoku-san (Rengoku x OC)

Calidez

"La luz es lo que te guía a casa, la calidez es lo que te mantiene alli"

Ellie Rodriguez

Los primeros rayos del amanecer surcan las delgadas cortinas de la habitación, ruedo por la cama que no es mia pero por una agradable razón estoy ahi.

Y el no esta.

- Ahhhhhhh... Ni un buen dia Suzume! ¿Cómo estas?- Se levanta y estira los brazos- Después de todo, seria extraño que me trate de esa forma- Camina hacia la ventana- Estar en su habitación ya debería ser demasiado para el.

Ella observa a Senjuro con una regadera, cuidando el jardín de la amplia residencia. Sale del cuarto y va al lavatorio por una ducha, para revisar los daños.

- Buaaaaaaa! Tengo muchas marcas- El espejo revelaba las consecuencias de su acalorada noche- No tengo idea de como podre verlo, después de esto, es una locura...No se en que estaba pensando.

Ya renovada y cambiada con un sutil kimono de patrones simples, fue hacia el jardín.

- ¡Buen dia Senjuro-san!- Saludo con una venia y el mencionado hizo lo mismo- ¿Qué estas viendo?- El menor estaba de cuclillas frente al jardín de flores.

- Suzume- Le hablo en un susurro y le hizo una seña para que se mantenga en silencio- Mira-Le señalo a un pequeño y bello colibrí que disfrutaba del néctar de las diversas flores.

- Oh! Es hermoso- Murmuro detrás de la manga de su kimono.

Cuando la diminuta ave termino de saciar su hambre, cruzo el lado de la mujer y le pico la cabeza.

- Hahaha!- El rubio no contuvo la risa- ¿Estas hecha de azúcar?

- Quizá no le cai bien o le parecí una flor marchita- 

- No hables asi de ti ¿No te consideras hermosa?

A unos metros, el gran portón se abría.

- Soy muy simple- Negaba con los brazos- Es decir, mira mi cabello, lo corte de nuevo y ahora me confundirán con un chico y tengo una vista parcial, estoy estropeada a mis 15 años.

- 16- Corrigió el.

- ¿Eh?- Ella tenia un rostro de interrogación.

- Hoy es tu cumpleaños, no se me hace raro que lo olvides, mi hermano decía que no te gusta celebrarlo.

 Cuando menciono a Kyoujuro, su corazón sentía una presión. Un hombre de alto porte, estaba escuchando la platica, le fue difícil seguir avanzando, pero era mayor y por ende maduro, debía seguir avanzando.

Muy a su pesar.

- Padre!- Su hijo corrió a su encuentro para darle los buenos dias y entre la conversación, le dedico una mirada fugaz a ella, quien se quedo congelada a pesar del brillante sol que fallo en su intento de calor.

La chica de ojos verdes corrió hacia el interior de la casa como is la vida se le fuera en ello, sumergida en un mar de nervios se cubrió con su almohada.

Toc-toc

"¿Por que me resulta tan difícil verlo?"- Ella imaginaba que el ingresaría en un modo intimidante para lo cual no estaba preparada.

- Suzume ¿Puedo pasar?- Era la voz del hijo menor

-H-hai- Se acerco a abrirla puerta.

- Padre, quiere que vayas a su despacho- Le señalo el fondo del pasillo.